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Patatas al horno crujientes con pimentón para niños |
Estas patatas horneadas con aceite y pimentón las he comido en mi casa desde que tengo uso de razón y ¡me encantaban! No se qué tienen pero a los niños pequeños les gustan mucho. Para mis hijos, nunca hago suficientes.
Nos sirven para acompañar cualquier plato de carne. O incluso a solas, con una ensaladita en verano y/o unas verduritas a la plancha. No necesitan nada más.
Quedan muy doraditas y crujientes. Y para que se cuezan bien debes hacerles unos cortes en la superficie a modo de rejilla con la punta de un cuchillo afilado. Puedes hacerlas en rodajas finas o más gruesas. Incluso puedes hacerlas partidas por la mitad y con piel. Pero el objetivo de estas patatas rejilla al pimentón es que queden bien crujientes y doraditas. Así que para eso debéis cortarlas más o menos finas. De medio centímetro de grosor están bien.
Los ingredientes son pocos y el tiempo de preparación corto. Es el horno el que trabaja. Vosotros solo tendréis que pelar las patatas y cortarlas. Aquí os dejo cómo se hacen y cuál es la mejor variedad de patata para este tipo de receta.
La variedad de patata que sería más apta para esta receta sería la Monalisa, la Kennebec o Spunta... que son patatas todoterreno. Patatas válidas para cualquier uso.
Las patatas semitardías, aquellas que se recogen de junio a septiembre también son aptas para todo tipo de usos.
Las patatas comúnmente conocidas como patatas rejilla se cortan con una mandolina especial, pero estas patatas, tal y como las he preparado yo, las llamo así por su parecido. Son cortadas en rodajas finas igualmente pero se dibuja sobre ellas una rejilla con la punta afilada del cuchillo para que se cuezan en el interior perfectamente en el momento de asarlas en el horno.
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Patatas al horno crujientes con pimentón para niños |
Ingredientes:
patatas semitardías
pizca de sal
aceite de oliva virgen extra
pimentón dulce de la Vera
Pasos a seguir
Cortar las patatas en rodajas ni muy finas ni muy gruesas. De medio centímetro de grosor aproximadamente.
Hacerles unos cortes en forma de rejilla con la punta de un cuchillo afilado.
Sazonar y espolvorear pimentón dulce de la Vera. Le va a dar un toque ahumado excelente y un aroma inconfundible. Rociamos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. No vayamos a escatimar en el virgen extra, pues si usamos un buen aceite de calidad el plato multiplica su sabor por diez.
Horneamos 30 min. aproximadamente a 200º, sin dejar de echar un vistazo de vez en cuando por si se doran antes de tiempo. Esto dependerá del grosor que le hayáis dado a la patata.
Servir recién horneadas para que mantengan su textura crujiente.
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