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Patatas hasselback suecas |
Origen de las Hasselbackspotatis
Cuando hablamos de patatas Hasselback, no nos estamos refieriendo a una variedad de patata, sino a la forma de cocinarla.
Podemos utilizar patatas de cualquier tipo pero las ideales deben ser medianas y ovaladas.
Esta forma de preparar las patatas tan sencilla pero a la vez tan versátil viene de Suecia. Allí, tiene su origen esta receta.
La historia es que deben su nombre allá por el año 1700, a un pequeño restaurante sueco llamado Hazel Hill, situado en la conocida y lujosa isla de Djurgarden, en Estocolmo (residencia del príncipe Carlos Felipe de Suecia y su esposa, la princesa Sofía Cristina de Suecia). En un principio este diminuto lugar disponía de muy pocas mesas, con lo que tan solo podía acoger a unos 20 comensales. La belleza del lugar puso de moda esta pequeña isla, así que en 1853, Jacob William Davidson compró esta taberna y la transformó en un lujoso y prestigioso restaurante, Hasselbacken, dando origen al nuevo plato. En 1872, el restaurante sufrió un terrible incendio que lo destruyó por completo y sobre él, se volvió a construir, en este caso, un lujoso hotel con el mismo restaurante Hasselbacken y su receta de patatas asadas.
Las patatas Hasselback se hicieron famosas y muy conocidas y apreciadas por la gente que frecuentaba el lugar, hasta que finalmente, el cocinero Leif Elisson de Värmland, aprendiz del restaurante Hasselbacken, en 1953 popularizó esta receta.
Los suecos fueron adquiriendo y cocinando la receta de estas patatas convirtiéndolas así, tres siglos después, en uno de los platos suecos más conocidos.
Así pues, este sencillo tubérculo, cocinado en todo el mundo, ha adquirido un papel protagonista en la receta de las patatas estilo Hasselback.
Se pueden servir como guarnición de cualquier carne o pescado al horno, o a la brasa. Se pueden acompañar de diversas salsas (picantes, suaves, cremosas, con ajo, especiadas, con quesos, bacon).
Al tratarse de un tubérculo tan utilizado y versátil podemos aderezarlas y aliñarlas a nuestro gusto. Las variantes son múltiples. Aunque las auténticas solo llevan mantequilla, sal y algún condimento.
De este modo, podemos encontrar otros vegetales que podemos preparar al estilo Hasselback, como las berenjenas o los calabacines.
Ingredientes:
4 patatas medianas
especias frescas que dan mucho aroma (perejil, romero, tomillo,...)
ajo en polvo (opcional)
mantequilla
pan rallado (opcional)
almendras picadas (opcional)
Otra forma:
bacon y queso
Pasos a seguir:
Cogemos las patatas y les hacemos unos cortes sin llegar hasta abajo, como un abanico o acordeón.
Salpimentar y espolvorear por encima las especias que más nos gusten (romero, tomillo, perejil, ajo...) y un poco de mantequilla y pan rallado.
Podemos sustituir las especias por bacon y queso introduciéndolos entre los cortes.
Hornear 40 o 50 minutos a 180/200°. Nos quedarán unas patatas crujientes por fuera y suaves y cremosas en el interior.
Cuando se hornean los cortes se abren y quedan perfectas como acompañamiento.
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