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¿No te gusta el brocoli? Prepara esta receta de croquetas de brocoli y emmental y empezarás a amarlo. |
El queso Emmental suizo
El queso Emmental es un queso de
origen suizo, elaborado a partir de leche de vaca. Proviene del valle del río
Emme, que baña los valles suizos donde pastan vacas lecheras.
Durante mucho tiempo, el queso
Emmental fue distribuido bajo el nombre genérico de Gruyère, su primo hermano,
proveniente de Suiza, al igual que él, pero con una clara diferencia: sus
agujeros bien definidos. El verdadero queso Emmental posee una denominación
especial que lo distingue del resto de quesos elaborados en otros lugares. Se
denomina Emmentaler AOC para diferenciar su verdadero origen suizo.
Es un queso fabricado en enormes
ruedas recubiertas en salmuera para su curado, que pueden llegar a pesar de 75
a 120kg y medir 100cm de diámetro. Su corteza es dura, de aspecto seco y color
amarillo dorado a pardo. El tiempo de envejecido dura entre 3 y 6 meses. Su
pasta es de color marfil a amarillo pálido, de textura blanda y se puede cortar
fácilmente. Es un queso madurado, semiduro y graso, aroma dulce, suave, parecido
a la nuez y sabor ligeramente ácido.
Su producción se remonta a la edad
media (s. XIII) y se elaboraba en la montaña durante los meses de verano.
¿Sabías por qué el queso Emmental
tiene esos agujeros tan característicos?
Durante su fermentación se forman
burbujas de dióxido de carbono, que quedan atrapadas en el interior, presentado
formas redondas u ovaladas del tamaño de una cereza. Siguiendo los estrictos
controles de calidad, unos ojos alargados pueden considerarse una deficiencia
que determina un descenso en la escala de calidad, aunque esto no afecte al
sabor.
Maridaje
Al tratarse de un queso suave, el
Emmental marida muy bien con vinos blancos, frutales e intensamente aromáticos y
vinos tintos jóvenes.
Ruta del queso Emmental en Burgdorf
(Suiza) 🚲............
Burgdorf es un pueblo medieval
entrañable, situado a 27kn de Berna, la capital de Suiza. En él se inicia y
finaliza la ruta del queso Emmental.
La ruta está pensada para recorrerse
en bici eléctrica, pues no podemos olvidarnos de que Suiza es un país muy
montañoso. Es un recorrido principalmente gastronómico, en el que podemos
conocer el origen de este queso, su historia y su proceso de fabricación
artesanal. Es un itinerario que muestra desde la producción de la leche hasta
la exportación del producto final. Propone experiencias tales como aprender a
ordeñar una vaca o hacer el queso.
El brócoli, denominado Brasica oleracea italica, pertenece a la familia de las brasicáceas, al igual que el repollo, la coliflor, el kale chino o las coles de bruselas.
Es un alimento muy beneficioso para nuestra salud, puesto que nos aporta vitaminas y minerales, como la vitamina A, C (casi el doble que una naranja), B1, B2, B3, B6, calcio, fósforo, hierro, ácido fólico, potasio y magnesio, que ayudan a fortalecer nuestro sistema inmunitario.
Entre los beneficios de su consumo destacan sus propiedades anticancerígenas y antivirales, por su contenido en selenio. Es mejor consumirlo en crudo para que no pierda sus antioxidantes.
Así pues, el brócoli se posiciona como uno de los vegetales con mayor valor nutritivo.
Además, el brócoli es ideal en dietas, porque nutre pero aporta muy pocas calorías.
En cuanto a su cultivo, se trata de una hortaliza que se desarrolla principalmente en otoño e invierno, por eso es importante consumirlo en estas fechas puesto que está en plenitud de su temporada.
Para conservarlo lo mantendremos en la nevera en una bolsa de plástico perforada durante un máximo de 5 días, pues a partir de entonces, empieza a perder propiedades. Podemos comprarlo y congelarlo, aunque para ello debemos hervirlo previamente en un poco de agua durante 3 minutos, para que conserve su sabor.
Si tenemos niños en casa y deseamos que empiecen a comer brócoli, esta receta es una buena manera de prepararlo y que guste a los más peques de la casa.
La receta
Ingredientes para 16 croquetas:
200 gr brócoli fresco
1 y media cucharada sopera de harina
medio vaso de leche (150 ml)
120gr queso emmental rallado
sal y pimienta
medio diente de ajo
aceite
Para rebozar:
harina
huevo
pan rallado
Pasos a seguir:
Ponemos a cocer al vapor el brócoli durante 5 minutos. De esta manera nos quedará tierno y no cogerá nada de agua. Además de que mantendrá sus propiedades. Si dejamos parte del tallo mucho mejor, pues en el tallo encontramos la fibra esencial para nuestro organismo.
En una sartén con un poco de aceite ponemos a dorar medio diente de ajo. Y a continuación ponemos el brócoli. Sazonamos y vamos rompiéndolo con una cuchara de madera.
Agregamos la harina y dejamos que se cocine un poco.
Añadimos la leche tibia y salpimentamos todo.
Agregamos el queso emmental rallado y mezclamos. Apagamos el fuego.
Vamos a ser generosos y añadimos otro puñado de queso emmental, así quedarán muy melosas y jugosas nuestras croquetas.
Dejamos en el frigorífico unas horas, tapado con film, para que endurezca la mezcla.
Pasado este tiempo vamos a ir formando las croquetas.
Las pasamos por harina, huevo y pan rallado y las freímos en abundante aceite. Crearemos una buena capa de rebozado para que al freír, las croquetas no pierdan su forma, pues al estar hechas con mucho queso, éste se calienta y se va fundiendo y se nos pueden abrir y desparramar. Aquí podéis ver cómo quedan de cremosas por dentro.
Pasamos a un plato con papel absorvente para quitar el exceso de aceite y servimos.
Podemos acompañarlas de una buena ensalada verde, refrescante.
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