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Exótica Tailandia: recuerdos de Pollo al curry con cacahuetes y leche de coco |
Tras mi viaje a Tailandia este verano me traje algo más en la maleta que recuerdos, me traje un par de recetas que se hacían bastante por allí, y es que las especias y los currys se utilizan mucho, al igual que el coco. Con alguna adaptación mía, claro, porque aquí en España hay cosas difíciles de encontrar, como el lemongrass o citronela, muy utilizada allí pero imposible de encontrar aquí, a no ser que vayamos a alguna tienda especializada. Hoy tenía ganas de preparar algo que me recordara mis días allí y he preparado este pollo especiado y cremoso. Otro día cocinaré una gambas o tallarines que también comí por aquel precioso lugar y os pondré la receta.
La receta
Ingredientes para 2 personas:
2 pechugas de pollo
1 puñado de cacahuetes
1 copa de coñac o vino blanco
sal y pimienta
curry
1 cebolla
1diente de ajo
aceite de oliva
1 bote de leche coco o nata para cocinar
Pasos a seguir:
Lo primero que haremos será cortar las pechugas de pollo en dados y sumergirlas en la leche de coco. Reservamos en la nevera durante toda la noche para que cuando vayamos a cocinarlas estén más blanditas.
En una sartén honda vamos a poner un poco de aceite y hacer un sofrito de ajo y cebolla. Cuando esté doradita vamos a echar el pollo salpimentado y esperaremos a que se rehogue.
Añadiremos la copita de coñac o vino blanco y dejamos que se reduzca completamente hasta evaporar todo el alcohol.
Es el momento de añadir la leche de coco hasta cubrir y dejar que se vaya cocinando para que queden las pechugas jugosas.
Echaremos el curry y los cacahuetes, le daremos unas vueltas y apagaremos el fuego.
Podéis sustituir la leche de coco por nata de cocinar si no os gusta ese sabor.
Mi viaje a Tailandia
Mirad, estas son algunas fotos de mi viaje a Tailandia. He seleccionado las que a comida se refieren básicamente, y algún paisaje o monumento histórico sencillamente espectaculares, que no podía dejar de enseñaros por si os apetece hacer un viaje de estas características. Interesante, rico en cultura, un viaje gastronómico, enriquecedor en todos los aspectos.
Hace pocos días, el pasado 4 de mayo de este año 2019, fue la coronación del rey en Tailandia.
El rey Vajiralongkorn de Tailandia, de 66 años, se coronó este sábado con boato en el Gran Palacio Real de Bangkok, lo que consolida el inicio de una nueva época en el país tras la de su padre, el venerado Bhumibol Adulyadej, fallecido en 2016. La ceremonia dejó escenas curiosas como, por ejemplo, ver a todos los súbditos rendir tributo al rey, arrastrándose por el suelo sobre sus rodillas, ya que la tradición marca que nadie puede sobrepasar en altura al monarca, que estaba sentado en su trono. Tres días de celebraciones y 28 millones de euros.
En el Night Market de Bangkok existen todo tipo de puestos de comida para poder cenar al aire libre paseando.
También existen puestos dulces con variedades de fruta cubierta.
Después también vimos un restaurante en el que había una especie de extractor en cada mesa, supongo que sería para cocinar la comida en la mesa.
Los platos básicos siempre eran pasta, arroz y pollo con verduras. Podías levantarte y hacerte un plato combinado con todos ellos.
El cultivo más extendido es el arroz y las plantaciones de plataneros y cocoteros. Las piñas crecen en pequeñas plantas o arbustos a ras de suelo.
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cultivos de arroz |
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piñas en tailandia |
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plataneros |
Los tailandeses utilizan mucho la citronela (lemongrass) para condimentar sus platos, sabe, o mejor dicho huele, como a insecticida de mosquitos.
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planta de citronela |
Es muy típico encontrarnos con muchas variedades de té. En concreto es la planta con la que se elabora el té azul.
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flores de te azul |
Uno de los días nos desplazamos hasta el famoso
Mercado del Mae Kong o Mercado del tren, donde las vías pasan por el medio de los puestos. Fue una experiencia inolvidable. Los puestos permanecen a los lados de las vias, y cuando el tren pasa levantan los toldos hacia arriba y lo dejan pasar. En él se venden todo tipo de verduras, pescados vivos, frutas exóticas, carne... Pero cuando vayais no os asustéis. Allí las medidas de higiene son nulas. Está todo al aire libre, sin ningún tipo de conservación, expuesto al aire libre, sin refrigeración,.... en fín,,,, es otra forma de vivir.
Aquí podemos ver fruta de dragón o phitaya (las rojas), mangostán (que son los oscuros), santol (las blancas que son como peras), mangos verdes parecen los primeros, y plátanos.
El durian es una fruta tropical que huele muy mal. Incluso en los hoteles a los turistas no les dejan entrar con esta fruta porque el olor permanece durante mucho tiempo. Curiosísimo.
Allí ofrecen a todos los turistas y visitantes café y agua de coco. Genial!!
También pudimos visitar el famoso Mercado flotante, que pronto desaparecerá porque cada vez es menor la tradición de estos mercados que tal y como nos explicaba el guía antiguamente a primeras horas de la mañana se ponían en marcha para vender sus productos y está costumbre es cada vez menor.
En este mercado pudimos degustar las típicas tortitas de coco calentitas y recién hechas. Mmmm.... bueníiiiisimas. Teníamos un guia muy atento que nos abasteció de muchas comidas típicas para que probáramos de todo.
En este mercado también había muchos restaurantes para comer, poder tomar una cerveza, la más típica allí es Chang, Leo... y alguna más. O un buen te después de comer.
Con este guia, Toi, no nos perdíamos una. Nos traía platanos fritos para que los probáramos y otros dulces tailandeses. E incluso nos hice una parada obligatoria para probar los INSECTOOOOSS. Sí, insectos, gusanos,... y no se qué clase de bicho más. Todos los probaron. Decían que sabían bien.
Probamos los gusanos, unas galletas de arroz típicas tailandesas, unos tes, y unos chupitos de ron tailandés, muy preciado, ganador de dos premios aquí en España. Yo me llevé dos botellas.
Además pasamos un día en un hotel en mitad de la selva, fue precioso, pero menudos mosquitos!!
Otro día pudimos degustar en un restaurante recóndito en medio de la selva, precioso, el licor de cobra y tamales de pollo.
La última noche en Tailandia, en la ciudad de Chiang Mai disfrutamos de una cena cantoque con bailes tradicionales. Una maravilla.
El pan que nosotros utilizamos para acompañar nuestros platos es para ellos el arroz. Una especie de bolas de arroz hecho una pasta, que aplastas con la mano. Es el que veis en la foto en una bolsita de plástico.
Y como veis, un poco de verduras, sopa, pollo frito, pasta y poca cosa más. Esa es su dieta básica.
Además de muchos templos,
pudimos subir a lomos de elefantes y darles de comer bambú. Realizar un paseo y ver como incluso pintan un cuadro. Pinturas que después se venden a los turistas. ¡Todo un espectáculo!
También fuimos al poblado de las mujeres jirafa. Muy amables y simpáticas. Les compramos bastantes cosas artesanales que ellas mismas y sus maridos hacen manualmente.
Curiosidades....
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el polero |
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puestos ambulantes de boniatos asados y cocos en Tailandia |
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puestos ambulantes de piñas y cocos en Tailandia |
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pescadores en el rio Mae Kong |
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