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Roscón de reyes de chocolate blanco y trufa |
El Roscón de Reyes es un dulce típico de las fiestas navideñas. Concretamente se come para los días 5 y 6 de enero, que son las festividades de Reyes de tradición navideña para los católicos.
El día 6 de enero se celebra la festividad de los Reyes Magos y la noche del día 5 se celebra el Roscón.
Los Reyes Magos de Oriente es el nombre por el que la tradición cristiana denomina a los tres reyes magos (denominación que recibían los sacerdontes eruditos en el Antiguo Oriente), que tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acudieron desde Oriente para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.
Los tres reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, representan las tres razas de la Edad Media. Melchor encarna a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltasar a los africanos.
En España a partir del siglo XIX se inició la tradición de convertir la noche de Reyes (noche anterior a la Epifanía) en una fiesta infantil con regalos para los niños, a imitación de lo que se hacía en otros países el día de Navidad, en homenaje al santo oriental San Nicolás.
En 1866 se celebró la primera cabalgata de Reyes Magos en la ciudad de Alcoy, (Alicante, Comunidad Valenciana), tradición que se extendió al resto del país y posteriormente a otros países, especialmente a países de cultura hispana.
En la noche del Roscón, la noche de la cabalgata, las familias se reúnen para celebrar la festividad del día de Reyes. Por esa noche y el día siguiente se come un bollo redondo, a modo de rosca grande, dulce, azucarado en su superficie y adornado con frutas confitadas o escarchadas.
En su interior lleva una corona, y dulces navideños. Y esconde una sorpresa. Por un lado se introduce en la masa una figurita navideña, y por otro una haba seca.
Según la tradición, el que encuentra el haba seca se encarga de pagar el roscón de ese año, y el que encuentra la figurita es coronado rey de la reunión, con la corona del roscón.
Antiguamente solo había roscones azucarados pero en la actualidad es habitual encontrar roscones rellenos de nata, trufa, turrón, cabello de ángel o crema. Se elaboran con masa madre y se aromatizan con agua de azahar, un aroma especialmente característico del Roscón de Reyes.
La receta
La receta del roscón de este año va rellena de trufa y decorada con chocolate blanco fondant. El chocolate blanco va a endurecer y mezclado con la trufa y la masa tan tan esponjosa está de morirse.
La elaboración de esta masa es siempre la misma. No he variado nunca la receta porque ésta me da un resultado inmejorable, además de que dura tierna muchos días. Cosa que no pasa cuando compras un roscón industrial, pues normalmente la masa solo dura tierna un día escaso.
Así que para qué cambiar la tradición.
Para acompañar el roscón de reyes he elegido un buen cava espumoso de mi tierra. Cava Dominio de la Vega, de la región Utiel - Requena, el broche final perfecto para terminar las navidades perfectas.
Ingredientes:
Para la masa madre:
50 gr. harina de fuerza
1 sobre de levadura seca de panadería
1 cda. azúcar
100 ml. leche tibia
Para la masa (ingredientes a temperatura ambiente):
450 gr. harina de fuerza
100 ml. leche
125 gr. mantequilla
25 gr. manteca de cerdo
2 huevos y 2 yemas pequeños
120 gr. azúcar glass
2 cdas. miel
1 copita de ron
la piel de un limón y una naranja
1 pizca de sal
Para la decoración :
100 gr chocolate blanco postres
1 cda. sopera de mantequilla
Para el relleno de trufa:
1000ml. nata para montar
200 gr. azúcar glass
10/12 cucharadas de postre de cacao puro Valor
Pasos a seguir:
MASA MADRE
Mezclamos en un bol la harina con el azúcar, la levadura y la leche tibia y esperar a que doble el volúmen. Podemos hacerlo la noche anterior y reservarla.
MASA
Trituramos el azúcar glass con las pieles de la naranja y el limón. Esto es lo que aromatizará el roscón y le dará ese olor tan característico.
Añadiremos la leche, la miel y el ron y batimos.
Añadimos ahora la mantequilla y la manteca en pomada. Batimos bien.
Vamos añadiendo los huevos uno a uno hasta que queden bien integrados, y por último añadiremos nuestra masa madre.
A continuación agregamos la harina con una pizca de sal y empezamos a amasar. Poco a poco. Según nos vaya pidiendo la masa, de modo que quede blandita, no seca. En total, unos 5 minutos de amasado.
Dejamos reposar la masa hasta doblar el volumen, aproximadamente 1 hora, pero si es más mejor.
Pasado este tiempo enharinamos la superfície de nuestra encimera y volcamos la masa.
Empezamos a amasar manualmente unos minutos. Golpear y bolear. Cada vez la masa estará más blandita. No tiene que estar pegajosa. La remetemos hacia dentro y la dejamos reposar tapada una hora más. Si es más mejor.
Pasado este tiempo, engrasamos un papel de hornear. Volvemos a masar la masa un par de minutos y la dejamos sobre el papel de hornear hecha una bola otros 10 minutos más para que se relaje.
Remeter los bordes hacia dentro siempre que dejemos la masa doblar el volumen para así indicarle a la masa que debe subir hacia arriba, no expandirse hacia los lados.
Pasado este tiempo, vamos haciendo con los dedos un agujero en el centro de la bola y vamos estirando desde el centro hacia afuera, dando forma al roscón. El tamaño total será igual a la bandeja del horno. Acordaros de ir remetiendo siempre la masa hacia dentro para que suba hacia arriba.
Si la masa se encoge hacia dentro dejar media hora más la masa relajándose. No tiene que tender a cerrarse. Debe manejarse bien.
Cuando ya tengamos hecho el roscón, procederemos a pintarlo con huevo batido y un poco de leche, para que no se seque al hornearlo. Lo taparemos con film engrasado y lo dejaremos levar una última vez. Aproximadamente 1 hora o más. Deberá doblar el volúmen.
Terminado todo este laborioso proceso de levados sucesivos e importantísimos, precalentaremos nuestro horno a 200º.
Es importante colocar en la parte de abajo del horno un recipiente con agua, para humedecer la atmósfera del horno y que no se seque el roscón.
Volvemos a pintar el roscón con el huevo y la leche con mucho cuidado de que no se nos baje la masa y adornarlos con almendras fileteadas, frutas escarchadas y mucho azúcar remojado en leche.
Bajar la temperatura del horno a 180º y hornear 20 minutos en la segunda ranura del horno.
Vigilar que no se queme, si se dora muy rápido, bajar la temperatura del horno o tapar con aluminio.
El horno siempre tiene que estar sin ventilador para que el roscón no se seque. Solo calor arriba y abajo pero sin ventilador.
Dejaremos enfriar el roscón y lo abriremos por la mitad con la ayuda de un cuchillo.
Llegados a este punto, es importante saber que podéis congelar el roscón y descongelarlo la noche antes de hornearlo, así siempre estará recién hecho. Yo en mi caso, con estas cantidades hice 4 roscones pequeños que fui descongelando durante las navidades. La noche anterior lo sacas del congelador y puedes hornearlo por la mañana.
Mientras tanto preparamos el relleno de trufa:
Solo tendremos que montar la nata con el azúcar glass y posteriormente añadir el cacao. Ponemos en una manga pastelera y rellenamos el roscón en el momento de servir.
Para la decoración:
Derretimos el chocolate al microondas con la mantequilla en tandas de varios segundos, para que no se nos queme. Vamos calentando y sacando, removiendo y volviendo a calentar. Volcamos el chocolate sobre la parte superior del roscón y lo dejamos endurecer en la nevera.
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