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Solomillo Strogonoff, una receta auténticamente rusa

Solomillo Strogonoff, una receta auténticamente rusa
Solomillo Strogonoff, una receta auténticamente rusa

El solomillo en salsa Strogonoff es la típica receta que todos hemos oído hablar pero que no todos hemos cocinado. 

Para aquellos a los que les pica la curiosidad por saber de qué estamos hablando cuando hablamos de salsa Strogonoff les contaré que se trata de una salsa de origen ruso.

Y por su puesto, la salsa Strogonoff también tiene su historia. Una versión que se ha popularizado como la versión auténtica. 

Por lo visto, su historia se remonta a finales del siglo XIX, durante un concurso de cocina que se celebraba en 1890 en San Petersburgo. El general y conde ruso Pável Aleksándrovich Stróganov, se presentaba como candidato a este concurso y su receta resultó la ganadora. Bueno, realmente, la receta del chef francés que cocinaba a su servicio. Una receta a base de solomillo de ternera acompañado de una salsa hecha a base de nata agria, que se bautizó con su nombre. 

A causa de la Revolución Rusa de 1917 hubo grandes corrientes migratorias, familias nobles que huían de Rusia a Shanghai (China), donde establecieron sus negocios. Esta receta acabó popularizándose en China, donde se comía acompañado de arroz y sin nata. El extraordinario número de personas que frecuentaban esta ciudad, diplomáticos, hombres de negocios, y la popularidad del plato hizo que esta receta acabara transmitiéndose a distintos países del mundo. Además, el inicio de la Segunda Guerra Mundial provocó un aluvión de expatriados que desde la ciudad china se dirigieron a mucho países, especialmente a Estados Unidos. Así pues, la receta llegó también a América, donde se cocinaba la salsa con fideos, alterando ligeramente la receta. En Brasil también tienen su propia versión, pues la crema agria se sustituye por salsa de tomate. En Francia, a la receta original se le añadieron champiñones. Por consiguiente, la receta ha tomado un carácter internarcional que la ha llevado a ser modificada según las costumbres o ingredientes de cada país.

Por todo ello, en la actualidad, podemos encontrar recetas de Strogonoff con elaboraciones distintas. 

Pero si seguimos otras versiones de la historia del Conde Stróganov, encontraremos que todavía existen dos formas más distintas de explicar el origen de esta receta, ambas relacionadas con el conde. 
Una primera, según la cual, el conde, durante una cena en la que era el anfitrión, tuvo más invitados de los que esperaba y su cocinero tuvo que estirar la receta añadiendo a la carne de buey que iba a servir unas setas y una salsa de su invención que tuvo gran éxito entre los comensales, y a partir de ese momento, se difundión entre los grandes aristócratas rusos.

Una segunda, según la cual, el conde, llegando a su vejez, le pidió a su chef que cocinara la carne de otra forma para que quedara más tierna y le fuese más fácil masticarla, y así fue como surgió la idea del chef de cocinar la carne con una salsa a base de cebolla, setas, crema agria y algún tipo de alcohol. 

Por todo lo dicho, podemos encontrar, que el solomillo Strogonoff puede cocinarse con ternera, carne de buey, cerdo o pollo. En el caso de la receta que detallo la carne utlizada es el cerdo, pero si queréis ser fieles a la auténtica receta rusa la prepararéis con ternera o buey. 

A mí, personalmente la salsa Strogonoff me encanta, porque los ingredientes que la componen son mis favoritos en cualquier salsa. Me chiflan los champiñones, las cebollas y la nata. Y me encanta el sabor de la mostaza en grano Dijon. Así que si queréis disfrutar de un plato de esos de mojar pan, ésta es vuestra salsa. 


Ingredientes:

1 solomillo de cerdo o ternera
sal y pimienta
harina para enharinar
champiñones
una cebolla
1 brick de nata para cocinar
media copita de whisky
2 cdas. mostaza en grano Dijon (se puede sustituir por una cucharada de pimentón)
aceite de oliva
mantequilla
1 vaso de caldo de carne

Pasos a seguir:


Lonchear el solomillo de cerdo o ternera en rodajas de aproximadamente de 2 cm de grosor. Salpimentar y enharinar. Sacudir el exceso de harina. Si optamos por el pimentón dulce en lugar de la mostaza (porque no nos gusta o porque simplemente no tenemos), añadiremos la cucharada de pimentón a la harina donde vayamos a rebozar el solomillo.




En una sarten añadiremos un chorrito de aceite y un poco de mantequilla. Sellaremos la carne por todos lados y una vez dorados reservaremos a un plato.




En el mismo aceite pondremos a pochar la cebolla cortada finamente. A continuación salteamos los champiñones. Sazonamos.

Agregamos la carne que teníamos reservada y el chorrito de whisky. Dejamos evaporar el alcohol y agregamos la nata, medio vasito de caldo de carne y dos cucharada de mostaza en grano Dijon.



Dejaremos que reduzca y espese la salsa. Para entonces, el solomillo de cerdo, que es una carne muy tierna, estará perfectamente cocinado.

Una vez listo, serviremos a un plato el solomillo, acompañado de la salsa de nata y mostaza, los champiñones y cebolla, que estarán muy pochaditos y espolvoreamos el conjunto con un poco de pimentón dulce. 

Desde luego, si vais a usar solomillo de ternera, os recomiendo que primero pongáis el vaso de caldo.  Dejáis cocinar, y cuando veáis que la carne ya está tierna, añadís la nata. Lo digo porque la ternera tarda más en cocinarse que el cerdo, y por tanto la salsa os espesará mucho antes de que la ternera os quede blandita, tierna y jugosita. 

En el caso del cerdo si que podemos añadir al mismo tiempo la nata y el vaso de caldo.

Existen algunas recetas que he podido leer en las que se añade pepinillos en vinagre a la salsa de nata. No me parece una mala idea, pues la mostaza Dijon es avinagrada. Pero todo es probar,... Seguramente, si la receta con pepinillos se ha popularizado también, será porque están buenos y le quedarán muy bien a la salsa.

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