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Bacalao gratinado en salsa holandesa
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La salsa holandesa se suele utilizar para aderezar pescados (como el salmón, o el bacalao...) o verduras (como por ejemplo los espárragos blancos). Y si existe una receta típica que se elabora a base de salsa holandesa, ésta son los huevos benedictinos. Los huevos Benedict, también conocidos como huevos benedictinos, son un plato que consiste en dos mitades de un muffin inglés, una tostada, u otros tipos de panes, generalmente cubiertos con jamón cocido, panceta o pastrami, huevos escalfados y esta popular salsa holandesa
La historia de la salsa holandesa no deja claro su origen, todavía se discute si llegó desde Holanda en el siglo XVIII o si se trata de una invención francesa. Lo cierto es que se encuentran menciones a esta receta, tal y como la conocemos hoy en día, en algunos libros de cocina del siglo XIX.
La preparación de esta receta se puede hacer bien con salsa holandesa, o de la misma manera con mahonesa casera o alioli casero. Inclusive podemos freír con antelación unas patatas en rodajas y pasarlas al fondo de la cazuela de barro, y cocinar junto con el bacalao. Gratinar unos doce o quince minutos en el horno y listo.
En nuestro caso, le hemos añadido el jamón que le da un toque sensacional de sabor al pescado. La combinación es excelente.
Y es que el bacalao, es un tipo de pescado, blanco, de carne dura, que admite multitud de elaboraciones. Frito, rebozado, salteado, al horno, guisado... Las recetas son infinitas. Yo ya estoy pensando, cuál va a ser mi próxima elaboración.... Con salsa de pimientos del piquillo o con un refrito de ajetes tiernos... Os la pondré en el blog.
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Bacalao gratinado en salsa holandesa
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Ingredientes:
2 lomos de bacalao al punto de sal por persona
taquitos de jamón
harina para enharinar
aceite de oliva
Para la salsa holandesa:
350g mantequilla
jugo de medio limón
3 yemas de huevo
pizca de pimienta blanca
sal
Pasos a seguir:
Enharinar el bacalao por ambos lados y freir en una sartén con aceite de oliva durante un par de minutos por cada lado. Cuando hayan tomado color retirar del fuego y reservar. Si los compramos al punto de sal los tenemos ya listos para cocinar, no hace falta ponerlos en remojo para hidratarlos y quitarles la sal.
Preparamos la salsa holandesa con la que gratinaremos los lomos de bacalao.
Para ello depositamos la mantequilla en un cazo hasta que se derrita. La dejamos que repose unos diez minutos y se atempere. Veremos que se clarifica, quedando más espesa abajo, y más líquida arriba, es decir, el suero se queda en el fondo. Este líquido es el que se usa para montar la salsa holandesa. Así es como se clarifica la mantequilla.
Llegados a este punto hay que poner un cazo con agua a hervir. Cuando haya llegado a ebullición apagamos el fuego y ponemos en su interior un bol al baño María para batir bien las yemas con el jugo de medio limón. Una vez montadas, vamos agregando la mantequilla clarificada en hilo, poco a poco. Con la mantequilla tibia y el agua caliente del cazo, será suficiente para que las yemas monten y tomen consistencia. Finalmente añadiremos una pizca de sal y pimienta.
Para hacer la salsa holandesa podemos utilizar unas varillas manuales o bien, las eléctricas a velocidad baja. Otro tip a tener en cuenta es que si la temperatura es demasiado alta o demasiado baja, la salsa holandesa se cortará, por lo tanto, hemos de tener en cuenta mantener siempre una temperatura caliente, pero no en exceso.
Una vez tengamos la salsa preparada, disponemos los lomos de bacalao en el fondo de la cazuela de barro. A continuación napamos con la salsa holandesa y finalmente añadimos los taquitos de jamón por encima.
Llevamos al horno a gratinar durante unos doce o quince minutos aproximadamente a 180/200º. Cuando veamos que la superficie está dorada y ha tomado color, ya tendremos listo nuestro bacalao gratinado, perfectamente cocinado en su interior.
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Bacalao gratinado en salsa holandesa |
Maridaje
Para maridar este plato yo os sugiero dos opciones:
Por un lado una cerveza rubia u oscura bien fría, artesana a ser posible...
En este caso, al preparar el bacalao fresco, estamos hablando de un pescado blanco. Por tanto yo os recomendaría un vino blanco seco del tipo ribeiro o txakolí. También puede ser un buen complemento un albariño. Y por qué no un verdejo de Rueda. Otra opción es elegir un espumoso o un vino de aguja, blanco o rosado.
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Bacalao gratinado en salsa holandesa |
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Bacalao gratinado en salsa holandesa |
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