¿Podríamos decir que esta receta es una receta muy asturiana? Sí, bien mirado, podríamos decirlo. No se trata de un plato típico de Asturias como tal, pero bien que podría tratarse de un plato que se cocinara en esta región desde tiempos antiguos. Porque la sidra natural, el ingrediente principal de la salsa, es un producto tradicional asturiano, elaborado desde tiempos inmemoriales.
Ya desde muy lejos, se viene elaborando este preciado jugo a base de manzanas de la zona, que ha conseguido identificar a esta comunidad por allá donde pisemos. Porque, ¿qué hay más asturiano que un escanciador escanciando sidra? Sin duda, el emblema de Asturias.
En el post de hoy me gustaría enseñaros una forma muy sencilla de realzar el sabor de un simple pollo hasta llevarlo al top de los tops. Se trata de cocinar este tipo de carne, la más común entre los mortales, con una sidra natural cien por cien asturiana que le va a dar un sabor extraordinario. Veréis cómo con una botellita de este delicado jugo podemos preparar un plato de fiesta, un plato para impresionar. Y no estoy exagerando ni un pelo. Realmente la salsa de sidra, manzana y nata queda exquisita.
Lo primero que tenéis que saber es que la sidra natural va a ser el propio caldo en el que se cocine nuestro pollo, que finalmente reduciremos y a la que añadiremos nata para cocinar que acabará de espesar la salsa y darle ese toque suave y cremoso.
Para elegir la botella de sidra podemos decantarnos por la que más nos guste, siempre y cuando sea natural asturiana, ¡o vasca, que también la hay!. Si vivimos en esta región, por suerte para nosotros, seguro que podemos encontrar alguna bodega que venda sidra de un llagar cercano. Sin embargo, a los que vivimos más lejos, como es mi caso, nos toca acudir al supermercado y elegir la que haya en el estante. Por supuesto, no por ello menos buena, solo que no podemos elegir, la que hay es la que hay. En mi caso me tocó comprar Sidra el Gobernador, por cierto, muy buena, pero estoy segura de que si hay algún asturiano o asturiana por ahí leyendo mi receta sabrá recomendarme alguna más.
A mí no se me ocurriría echarle al guiso sidra con gas, pero he visto por ahí alguna web en la que sí lo hace. Yo no lo he probado y no sé deciros qué tal estará el resultado de esta manera, pero bueno... todo es probar, no sé, no quiero meter la pata y decir que no lo hagáis así. La verdad es que también se cocina con cerveza el pollo, y ésta tiene gas, o con cava, que también es espumoso,...de modo que... ¡tampoco sería una locura!. Mi consejo es que lo hagáis con sidra natural no espumosa, pero si lo queréis hacer de otra manera ya me contaréis en vuestros comentarios qué tal os ha salido. Me alegraré mucho de leeros y ver cuál ha sido el resultado de vuestra receta.
Por lo pronto, sigamos con el detalle. En cuanto a la manzana, he elegido del tipo Golden, la amarilla, que me encanta, y una de las variedades más cultivadas del mundo. La clásica, de sabor y textura dulce, aromática, de pulpa jugosa y muy crujiente. Ideal para cocinar y que nunca falla.
El pollo, por supuesto, a poder ser de corral, amarillo. El sabor del pollo de corral es mucho más intenso, su carne es más consistente y tiene menos grasas. Es más nutritivo y si además elegimos pollo ecológico nos estamos asegurando de que lo que estamos comiendo no se ha alimentado con comida que haya sido modificada de forma genética o se haya tratado con químicos como fertilizantes, pesticidas, antibióticos o aditivos. Por supuesto, el pollo de corral es el doble de caro, pero sabemos que está criado en semilibertad y además se ha alimentado principalmente de cereales como el maíz, la cebada o la alfalfa.
¿Es que no os habéis dado cuenta cómo mengua una carne de pollo industrial respecto a la de pollo de corral? Es una barbaridad como un pollo industrial es sacrificado en solo 45 días con el mismo tamaño que tarda en alcanzar un pollo de corral en 90 días. ¡No me extraña que después se quede a la mitad y suelte tanta agua! Sé qué son tiempos muy difíciles para muchas familias y decir esto, aunque estemos hablando de dos euros de más por unidad, para algunas personas es inasumible. Ojalá que todos los alimentos poco a poco empezaran a producirse de manera más natural cada vez, tarea difícil pero muy necesaria por muchos motivos: por la salud pública y por el sostenimiento del planeta.
¡Madre mía, qué profunda me he puesto! Pero es que es la realidad, la que estamos viviendo, y hay que ir adaptándose a los tiempos que corren y las nuevas necesidades. En fin, sigamos con la receta. ¿Qué más os puedo contar sobre este exquisito plato? ¡Ah, sí, se me olvidaba! El resto de la guarnición: las ciruelas pasas. Ya sabéis que son uno de esos superalimentos, que contienen mucha fibra y un alto contenido de vitaminas y minerales. Pues bueno, podéis añadirlas al guiso o bien, saltaroslas si no tenéis o no os gustan. En cualquier caso las podéis sustituir por pasas o por orejones. Riquísimos en ambos casos. Le dan ese contrapunto dulce a la receta que tanto nos gusta. Absorven los jugos, se hidratan y quedan genial. Y acordaos, ¡son muy nutritivas!
Si tenéis oportunidad de comprar un buen pan de miga para acompañar el plato, haceros con uno porque esta receta lo requiere. Lo pide a gritos. De verdad os digo que la salsa es un placer.
¡¡Vamos allá con todos los pasos!! ¿Os parece?
📝Para imprimir la receta de Pollo en salsa de sidra, manzanas y ciruelas pasas en pdf pincha aquí👈
Ingredientes para 4 personas:
4 muslos enteros de pollo de corral (cuartos traseros)
1 l. sidra natural asturiana
1 manzana Golden
1 cebolla
1 puerro
Un puñado de ciruelas pasas
1 brick 250ml. Nata para cocinar
Harina para enharinar el pollo
Aceite de oliva virgen
sal
pimienta negra recién molida
Pasos a seguir:
Cortamos los muslos de pollo en dos, dejando el muslo por un lado y el contramuslo por otro. Salpimentamos y enharinamos. Podemos quitar la piel del pollo para que el guiso quede menos graso. Lo recomiendo. Como veréis yo elegí los cuartos traseros del pollo, pero podéis hacer la misma receta con un pollo entero troceado o con solo muslitos.
En una cacerola de base ancha pondremos a calentar aceite de oliva virgen. Empezaremos sofriendo muy bien todo el pollo. Cuando quede dorado por todos lados lo retiramos y lo dejamos dentro de la olla expres que en este caso será la que vamos a utilizar para hacer todo el resto del cocinado.
A continuación, en el mismo aceite, pondremos a pochar una cebolla picada finamente. Cuando empiece a tomar color agregamos el puerro bien picado. Sazonamos y vertemos el conjunto en la olla rápida. No es necesaria la olla, pero os puede servir para que el pollo se cueza antes. Si utilizamos la misma cacerola donde estamos guisando el pollo, necesitaremos que éste hierva al menos una hora, por lo que con una botella de sidra no sé si tendréis bastante porque se evapora bastante. En cualquier caso podéis añadir un poco de agua para terminar de cocer bien la carne.
Una vez todo en la olla expres, añadimos el litro de sidra y la manzana pelada y descorazonada cortada en rodajas. Dejamos unos 45 minutos al fuego desde que la olla empieza a silbar. Yo me he decantado por la olla porque al ser los trozos de pollo grandes no tenía tiempo para dejar cocer el pollo durante una hora y media. Temía porque no me quedara tierno el pollo o me quedara corta de sidra. Como os digo no hay problema en usar la olla con la que más os identifiquéis, aquella que manejáis mejor, con la que cocinéis más a gusto.
Finalmente, retiramos el pollo ya cocinado, dejamos reducir el caldo y añadimos un brick de 250ml de nata para cocinar y dejamos espesar la salsa. También podemos hacerla más densa diluyendo una cucharada sopera de harina en un vasito de caldo de cocción. Veréis cómo la manzana casi se desvanece en la salsa hasta ser prácticamente invisible. Su jugo ya queda presente en la reducción. Solo nos queda servir y maridar el plato con ¡¡sidra natural, por supuesto!! Como auténticos escanciadores podemos intentar servir la sidra, que golpea el vaso y crea esa pequeña espumita en la superficie. Ummm... ¡qué fresquita y qué buena!
Platazo asturiano.
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