
Lo primero mil disculpas por las fotos que no son muy buenas ni la presentación tampoco. Tuve algún problema con la boquilla de la manga pastelera y no pude decorarla tan bonita como hubiese deseado, pero el sabor está riquísimo y la textura jugosísima. No soy una experta haciendo torres, está claro, la tarta de tres pisos se complica, y no siempre sale perfecta. Pero ahí vamos, yo me siento muy orgullosa del resultado final.
Os cuento, porque esta deliciosa tarta también tiene su origen. Y mira que me gusta a mí una receta con historia!!! Pues veréis...
La hummingbird cake es un pastel originario de la isla de Jamaica. Qué exótico lugar, y qué exótico nombre, me encanta!! El colibrí es el ave nacional de este país insular caribeño. Colibrí portacintas piquirrojo, más concretamente. Un ave que se alimenta básicamente de néctar. En Jamaica la llaman Doctor Bird Cake. Es así como llaman al colibrí. Y la historia es que su receta es tan dulce que sería capaz de atraer el apetito del colibrí. Así es como llegan a adjudicarle este nombre tan atractivo.
En 1968, la Oficina de Turismo de Jamaica, como medio de promoción de la isla entre los estadounidenses, incluyó esta y otras recetas en unos kits de marketing de prensa que atrajeran el turismo. Estos kits de prensa presentaba un menú típico jamaicano en el que se incluía esta tarta de plátanos maduros.
Una de las primeras publicaciones escritas de la receta fue escrita por L.H. Wiggins, directora de la Universidad de Carolina del Norte en la edición de febrero de 1978 del Southern Living. Se dice que fue ella quien agregó las capas de crema en el interior del pastel, que además ganó el premio Favourite Cake Award el mismo año en la Feria Estatal de Kentucky.
Fue seleccionada como la receta favorita del Southern Living en el año 1990 y se señaló como la receta más buscada de la historia de la revista.
La tarta colibrí es muy conocida sobretodo en el sur de los Estados Unidos. A menudo se sirve en celebraciones del tipo cumpleaños. Es una tarta a base de frutas, frutos secos y especias. Un conjunto insuperable. Muy jugosa, caribeña, fresca, rellena de una, dos o tres capas de crema.
Es un pastel muy parecido a la carrot cake o tarta de zanahoria. Y por ello se ha ganado un puesto en muchas de las pastelerías estadounidenses.
Una explosión de sabores y una textura húmeda que aguanta varios días jugosa.
Os describo la receta, y atentos porque lleva gran cantidad de ingredientes.
Para imprimir la receta de Tarta colibrí o Hummingbird Cake de plátano, coco y piña en pdf pincha aquí 👈
INGREDIENTES
Para el bizcocho
3 plátanos maduros (240g)
una lata de piña en su jugo (200g de piña triturada)
60g de coco rallado
120g azúcar blanco
120g azúcar moreno
280g harina tipo 000
220ml aceite de oliva suave
80g nueces pecanas picadas
4 huevos XL
pizca de sal
1 cda. vainilla
2 cdas. canela en polvo
3 cucharadas de polvo de hornear o levadura química
Para la crema de queso
180 g azúcar glass
350g crema de queso
400ml nata para montar
Utensilios:
3 moldes redondos desmontables del mismo tamaño de diámetro 18cm
varillas eléctricas
Manga pastelera
Alisador de tartas
plato giratorio
PASOS A SEGUIR
Para el bizcocho
Machacar los plátanos maduros con un tenedor hasta quedar bien triturados.
Triturar la piña escurrida y mezclar ambos ingredientes. Reservar.
En un bol batir los huevos hasta que blanqueen y doblen su volumen. Seguidamente añadir el azúcar moreno, que aporta jugosidad y un toque acaramelado al bizcocho, y el azúcar blanco. Volvemos a batir nuevamente hasta integrar completamente.
A continuación añadimos el aceite de oliva suave y la vainilla líquida. Seguimos sin parar de batir y añadimos la mezcla de plátano y piña.
Elegid un bol bien grande porque vamos a seguir con la harina tamizada con un colador, la levadura química, la pizca de sal y la canela molida.
Finalmente añadiremos el coco rallado y las nueces pecanas molidas. Podemos utilizar nueces normales si no tenemos nueces pecanas. Con una espátula, integramos todo bien hasta formar un masa homogénea que irá directa al horno.
Untamos de aceite las paredes de los moldes. No vamos a poner papel para que el bizcocho salga después de su horneado con unas paredes bien lisas. De esta manera, la crema extendida sobre ellas también nos quedará mucho mejor.
Repartimos la masa a partes iguales sobre los tres moldes. Con el horno precalentado a 180º con calor arriba y abajo y sin ventilador horneamos durante aproximadamente una hora. Con ventilador va más rápido el horneado pero también sube la masa mucho más rápido y le sale un copete abombado que después tendremos que quitar para que las bases de los bizcochos estén bien lisas tanto arriba como abajo. Id pinchando hasta que veáis que esté completamente hecho en el interior. Una vez horneados dejamos enfriar completamente.
Para el frosting de queso
En un bol pondremos el queso crema bien frío y la nata para montar bien fría. Con las varillas eléctricas montamos durante un par de minutos o hasta que tomen consistencia. A continuación añadimos el azúcar glass. Mezclamos sin sobrebatir. Recordad que la nata se corta y se vuelve mantequilla.
Reservamos y empezamos con el montaje.
Montaje de la tarta
Sobre un plato giratorio pondremos una base de tartas de cartón redonda. Sobre ella unos pegotitos de crema y sobre ellos la primera base. Por encima cubrimos con una capa de frosting de queso. Seguimos con la siguiente capa y volvemos a cubrir con más crema. Finalmente colocamos la última capa.
Seguimos con la manga pastelera haciendo un cordón alrededor de la tarta y girando el plato, subiendo subiendo hasta arriba y cubrir las paredes de la tarta por completo.
Una vez todo bien cubierto, con la ayuda de un alisador vamos alisando las paredes. Yo, como no tengo (es mi último utensilio pendiente de comprar), no me quedó tan bien el resultado, pero os recomiendo que lo compréis porque a la hora de presentar el pastel, queda mucho mejor.
Por último ponemos más frosting en la parte superior y alisamos con una espátula larga.
Y llegado el momento de la decoración, yo he triturado 100g más de nueces y las he ido pegando poco a poco a las paredes inferiores de la tarta y he espolvoreado un poco más sobre la superficie. Por último, con la manga pastelera y una boquilla rizada vamos haciendo unos copetes en la parte superior y listo. Podemos decorar con alguna nuez entera más la superficie. Eso os lo dejo a vuestro gusto.
Dejaremos enfriar en el frigorífico y habrá que sacarla media hora antes de comerla para que el bizcocho se temple y esté jugoso. De lo contrario está muy apelmazado y pierde su gracia.
Lo mejor será que la comáis el primer día y no tengáis que guardarla en la nevera!!!

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