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Bizcoflan de chocolate y leche condensada |
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Bizcoflan de chocolate y leche condensada |
El bizcoflan es un postre mágico, y si no me creéis podéis prepararlo y veréis lo que ocurre con sus diferentes capas cuando se hornean.
Atención porque este bizcoflan es muy calórico. A parte de la leche condensada que lleva incorporado el flan, en lugar de azúcar, este bizcoflan está cubierto por una ganache de chocolate negro. Por todo ello no debemos abusar de este tipo de postres. Debemos comer dulces con moderación y no abusar de los azúcares.
Ingredientes para un molde de plum cake de 1litro de capacidad:
Para el bizcocho de chocolate
50 gr. chocolate negro
2 huevos
75 gr. mantequilla
75 gr. azúcar
50 gr. harina
1 cda. sopera de cacao en polvo
1 cdta. levadura Royal
Para el flan de leche condensada
2 huevos
200 ml. leche
200 ml. leche condensada
100 gr. queso de untar
Para la cobertura de chocolate
100 gr. chocolate postres
100 ml. nata para montar
1 cda. sopera de mantequilla
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Bizcoflan de chocolate y leche condensada |
Pasos a seguir
El bizcocho
Ponemos un recipiente con agua en el horno a 180º para luego introducir nuestro molde de plum cake al baño María.
En un bol batimos muy bien con las varillas eléctricas los huevos con el azúcar blanco. Que nos quede una crema suave, blanquecina, que haya doblado su volumen.
En el microondas derretimos unos segundos el chocolate troceado con la mantequilla. Para ello, introduciremos el chocolate troceado en un recipiente y le iremos dando golpes de calor discontinuos. Calentamos 30 segundos y paramos el microondas. Movemos el chocolate y volvemos a calentar por treinta segundos más. Tenéis que hacerlo a intervalos cortos de tiempo porque el chocolate se quema fácilmente.
Cuando se entibie el chocolate lo añadimos a la mezcla de huevos suavemente, con una espátula y movimientos suaves. El chocolate debe estar tibio para que no nos cuaje los huevos.
Una vez todos los ingredientes estén bien integrados añadiremos la harina tamizada junto con la levadura Royal y el cacao tamizados. Seguimos integrando todos los ingredientes suavemente y volcamos la mezcla en el molde de plum cake engrasado con mantequilla.
Como véis la primera capa es la del bizcocho, sin embargo, cuando le demos la vuelta al molde no nos quedará arriba. Nos quedará abajo en la base. Por eso es mágico este bizcoflan. Las distintas capas se invierten entre ellas.
El flan de leche condensada
Para el flan, batiremos con las varillas todos los ingredientes juntos y volcamos sobre la mezcla anterior. Primero los huevos con la leche, a continuación la leche condensada, y posteriormente el queso de untar.
Ha llegado el momento de la magia.
Tapamos el molde con papel de aluminio (por si cae alguna gota de agua y para mejorar su cocción) y horneamos a 180º durante 50 minutos al baño María. Pinchamos con una aguja para comprobar que está bien horneado y cocido.
Sacamos del horno y dejamos enfriar completamente. Una vez frío, desmoldamos el bizcoflan poniéndolo boca abajo sobre una fuente o rejilla y metemos al frigorífico un par de horas para que endurezca un poco y gane consistencia.
La cobertura de chocolate
Mientras tanto, preparamos la ganache de chocolate. Pondremos la nata o crema de leche en un cazo a calentar. Cuando hierva, la apartamos del fuego e introducimos el chocolate para postres o, chocolate fondant, troceado. Una vez fundido agregamos una nuez de mantequilla para darle brillo. Mezclamos bien y ya tenemos nuestra cobertura de chocolate lista para napar el bizcocho.
Ponemos el bizcoflan sobre una rejilla. El bizcocho nos habrá quedado abajo y el flan arriba. Le ponemos la cobertura de chocolate por encima, dejamos escurrir, que quede bien repartida la cobertura por todos lados, y volvemos a meter al frigorífico a enfriar por 1 hora más.
Así es como os va a quedar el corte. Un bocado exquisito compuesto de bizcocho de chocolate acompañado de un flan de lo más dulce y coronado por la ganache. Qué podemos pedir más para disfrutar un sábado o un domingo por la tarde, merendando en casa y viendo una peli en el sofá, tapados con una mantita y viendo el frío pasar por las ventanas.
¡¡Bocatto di cardinale!!, como dirían los italianos.
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