Se elabora a base de una masa que fermenta aromatizada con agua de azahar. La masa viene a ser la misma que la del panquemao o muy similar.
En cada región se elabora con ligeras variaciones en su decoración, con huevo, sin huevo, redonda, de chocolate....
En la Comunidad Valenciana, y en Castellón concretamente elaboramos la mona de Pascua en forma redonda. Habitualmente lleva un huevo cocido de colores en el centro y va decorada con anisetes de colores.
De esta manera, esta torta o dulce de Pascua resulta muy llamativa y vistosa. Para los más pequeños de la casa también es habitual encontrar monas en forma de cocodrilo, con un huevo cocido en su abierta y gran boca.
En Vila-real, por ejemplo, los niños más pequeños, los que cursan infantil, acostumbran a ir durante la última semana de cole, antes de las fiestas de Semana Santa a alguna panadería del pueblo que se presta para que los niños vayan a preparar allí cada uno su propia mona.
Se ponen su delantalito, y salen a prepararla ellos mismos con gran ilusión. La decoran a su gusto. Después el panadero las hornea y las guarda en una bolsita y los niños se las llevan a casa orgullosos de su preparación.
La mona de Pascua, siguiendo la tradición se toma en el campo, aprovechando las fiestas de Semana Santa, la gente sale a comerse la mona al aire libre, deseosa de que empiece el buen tiempo y los rayos de sol empiecen a calentar aunque débilmente la Tierra.
En Vila-real, salimos a "la Ermita". El Ermitorio de la Virgen de Gracia es un paraje de gran interés natural, en el que crecen pinos centenarios, junto a las márgenes del río Mijares y cohabitan pequeños animalitos como las ardillas que corretean detrás de las piñas caídas de los árboles.
Un paraje lleno de historia, donde duermen árboles centenarios rodeando la blanca ermita que alberga a la Virgen de Gracia. Un lugar donde los vilarealenses disfrutan del aire libre, de paseos, de juegos y reuniones en familia, de amigos y noches de verano.
Según la religión católica, la degustación de la mona de Pascua, simboliza que la Cuaresma y sus abstinencias han acabado.
En algunos lugares es tradición que el padrino regale a su ahijado la mona el Domingo de Pascua.
Ingredientes:
La medida del perolet
1 medida de huevos 70 gr aprox. 1 huevo
1 medida de aceite 70 ml
1 cubito levadura fresca
1/2 kg harina de fuerza
2 medidas de azúcar 140 gr
2 medidas agua tibia 140 ml (se puede poner una medida de agua y otra de leche)
ralladura de naranja y limón
agua de azahar
obleas
Para decorar:
anisetes, frutas confitadas, guindas, huevo duro,...
Opcional:
relleno de crema de cacao, confitura de boniato...
Pasos a seguir:
En un bol se echan los huevos enteros, se baten y a continuación se añade el azúcar, que también se bate.
Después se añade el aceite y el agua con la levadura disuelta, teniendo en cuenta que no quede demasiado dura la masa.
Se trabaja mucho hasta que se despega de las manos. (Yo en mi caso lo hice con máquina)
Se deja fermentar hasta doblar el volumen en un lugar cálido.
Cuando haya doblado su volumen se divide en porciones dándoles la forma de mona deseada.
Las decoramos con anisetes, frutas confitadas, guindas... y el huevo duro.
Las podemos rellenar también de confitura de boniato o nocilla.
Para ello pondremos una porción de masa, luego el relleno y otra porción de masa para taparlas.
Las dejamos sobre obleas y las dejamos dormir. Es decir, tapaditas con un paño hasta el día siguiente, en que las encontraremos bien altas y voluminosas.
Las cocemos al horno pintadas con huevo batido y espolvoreadas de azúcar a 180º durante unos 12 minutos con calor arriba y abajo sin ventilador.
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