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Lunas de calabacín rellenas de pollo |
Este tipo de calabacín luna (eight-ball zucchini) es una variedad bastante nueva puesto que está en nuestros supermercados desde hace poco tiempo. Yo, hasta hace un año o dos, nunca lo había visto.
El llamarlos eight ball o bola-8 se debe a que quién los bautizó los comparó con la bola mas emblemática en los juegos de billar, la bola ocho (la negra), la única bola de juego no rallada y que tan importante es para acabar con éxito un partida. Se trata de un calabacín con forma redonda pero con una textura y un sabor totalmente iguales al calabacín alargado y verde oscuro. Por lo tanto son prestos a ser rellenados de cualquier manera que se nos ocurra y como más nos guste.
Podemos utilizar pescados, verduras, carnes de diferentes tipos, longaniza, cuscús, arroz, gambas... De cualquier manera el calabacín al horno queda tierno y sabroso. Pero esta variedad queda mucho más vistosa y conseguimos un plato más resultón. Ya sabemos que por lo general todos comemos por la vista.
El calabacín es una fruta de verano, sí una fruta, no me he equivocado. Para los que no lo sepan, cualquier fruto que lleve semillas dentro es una fruta. Si es otra parte de la planta como las hojas, tallo, flores o raíz, se trata de una verdura.
Pertenece a la familia de las cucurbitacea, al igual que la calabaza, el melón, el pepino o la cidra. Se siembra en primavera y se recoge en verano.
Se trata de un vegetal muy beneficioso para la salud porque nos aporta muy pocas calorías (48kcal por 250g, que sería el peso aproximado de un calabacín), y muchos nutrientes: vitaminas (C) y minerales (calcio, fósforo y magnesio).
Entre sus propiedades podemos destacar que es beneficioso para la diabetes, la prevención del cancer, la reducción del colesterol, la reducción de peso y mejora nuestra salud cardiovascular.
El calabacín es una hortaliza muy versátil, combina con carnes y con pescados, con huevos o con arroces y pastas. Casa muy bien con plantas aromáticas como la menta y la albahaca.
Es importante no pelarlo, pues en la piel existen nutrientes, al igual que en el caldo de la cocción, que podemos aprovechar para elaborar sopas o cremas.
Sus flores también son comestibles, y son muy utilizadas en nuestra gastronomía, aunque lo de comer flores se algo relativamente moderno.
Flores de calabacín
Flores de calabaza
Su origen
El origen del calabacín no está del todo claro. Por una parte se atribuye su procedencia a Asia Meridional y por otra a la América precolombina, concretamente a México, desde hace siete milenios, siendo una de las especies que introdujeron los españoles en Europa durante la época del descubrimiento de Cristóbal Colón.
Estos datos parecen indicar que el origen de la planta debe de ser americano.
Existen pruebas históricas de que los egipcios y más tarde los griegos y romanos ya consumían esta hortaliza. Aunque fueron los árabes, quienes extendieron su cultivo a través del comercio del mar Mediterráneo a otras tierras, convirtiéndose en un alimento de consumo habitual durante la Edad Media.
En las zonas del norte de Europa, su consumo fue más tardío y no tuvo lugar hasta la II Guerra Mundial.
También existen referencias de su cultivo en América.
Los primeros en disfrutar de una alimento que debió ser parecido al actual calabacín fueron los indígenas norteamericanos.
Se sabe que los miembros de la nación Narrangansett, el "pueblo de cabeza pequeña", que vivía en lo que hoy es Rhode Island (EEUU), llamaban al calabacín "askutasquash", que significa "algo que se come crudo", palabra de la que deriva el término inglés squash: calabaza.
No obstante, existe la teoría de que el calabacín, fue fruto de un cruce genético ocurrido en algún huerto cerca de Millán a finales del siglo XVIII.
A lo largo de la década de 1920, los inmigrantes italianos se lo llevaron a América para que no faltara en sus comidas familiares. Así fue cómo volvió un descendiente del calabacín a su madre patria.
Ya veis, lo que sí bien es cierto es que el calabacín tiene su origen en tierras cálidas del planeta desde tiempos pasados.
En la actualidad, Marruecos, Italia y España son los principales países productores.
🍴 La receta
Os dejo más abajo un par de recetas de crema de calabacín y flores rellenas por si os interesan.
Ingredientes para 4 personas
4 calabacines de la variedad luna
1 trozo de cebolla
1 trozo de pimiento rojo
1 trozo de pimiento verde
200 g pechuga de pollo
aceite, sal y pimienta
queso Emmental para gratinar
leche tibia
mantequilla
sal y pimienta
nuez moscada
maizena
Pasos a seguir
Lo primero que tenemos que hacer es quitar el sombrero a los calabacines y ponerlos en el horno durante 20 o 25 minutos hasta que se ablanden, para después poder vaciar los bien, sin mucho problema.
En una sartén con un poquito de aceite empezaremos sofriendo las verduras cortadas en brunoise. Cuando empiecen a pocharse añadiremos el pollo picado con la picadora. Salpimentamos y apartamos del fuego.
En una sartén antiadherente preparamos una bechamel como siempre, un poco más espesa de lo habitual. Reservamos.
Vaciamos los calabacines que ya tendremos horneados y pondremos la pulpa junto con el pollo. Sazonamos un poco los calabacines por dentro.
Mezclamos la bechamel con el salteado de verduras y pollo y rellenamos los calabacines. Rallamos queso emmental y gratinamos y horneamos durante 30 minutos a 180 grados.
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