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| Crema de calabaza y castañas |
Pedazo de recetón que os muestro esta semana a todos aquellos amantes de las cremas y las sopas bien calentitas para tomar como entrante en estos días de frío. Una crema de lo más otoñal, porque está hecha a base de calabaza, el fruto del otoño por excelencia, y castañas, un fruto seco exquisito que pega de maravilla en cualquier salsa o crema.
Se trata de una receta con mucha potencia, una crema de calabaza y castañas muy sabrosa. Suavizada con la leche evaporada, que afina la textura y aligera los sabores.
Se realiza en muy poco tiempo y con pocos ingredientes, pero su resultado es inmejorable. Las castañas le aportan un matiz diferente a la crema de calabaza más sencilla. De esta manera, podemos disfrutar de una crema de calabaza diferente cualquier día de la semana.
Además de hacernos entrar en calor, la calabaza está compuesta en un 90% de agua, por ello nos aporta pocas calorías. Los beneficios de la calabaza para nuestra salud son muchos y variados, entre ellos es recomendable para las embarazadas y durante la lactancia, para las niños en la edad de la infancia, para los diabéticos y beneficiosas para el aparato urinario, digestivo, cardiovascular, sistema nervioso, y la prevención del cáncer.
Las calabazas de invierno son las más dulces, sembradas en verano y recogidas en otoño para su consumo durante los meses de frío. Se conservan bien gracias a la dura corteza, duran aproximadamente seis meses. A la hora de comprarlas es mejor elegir las más pesadas en relación a su tamaño.
Las castañas son un fruto seco natural de la estación del otoño. Pueden comerse crudas, cocidas, asadas al horno o dulces. En Francia es común vender un dulce hecho a base de castañas.
Si vamos a comerlas asadas, tendremos que realizar un corte en cada una de ellas para que al calentarlas no estallen. Para ello podemos usar cualquier recipiente metálico a fuego vivo durante 10 o 15 minutos. Esta es la forma de comer castañas más típica que hay. No es extraño encontrarnos a las, o los, castañeros y castañeras, todavía en algunos rincones de España, ocupando su lugar habitual para vender castañas asadas a todo aquel viandante que pase por delante de su puesto, ofreciendo castañas calientes recién hechas. E incluso en los mercados y ferias populares, celebrados durante los meses de otoño, sigue siendo habitual encontrarnos los puestos de castañeros y castañeras asando sus castañas.
La castaña también es utilizada para la elaboración de harina. Con ella se prepara el típico Pan de Castañas, algunos pasteles y pasta. En la isla de Córcega, por ejemplo, era tradición desayunar una gacha de harina de castaña con agua desde tiempos inmemoriales.
La castaña dulce fue introducida en Europa desde Sardes, en Asia Menor;. El fruto fue entonces llamado "nuez sardiana". Fue un alimento básico en el sur de Europa, Turquía y el suroeste y este de Asia durante miles de años, en sustitución de gran parte de los cereales cuando estos no crecían bien y, en todo caso, en las zonas montañosas del Mediterráneo.
Las castañas fueron una importante fuente de alimentación en el sur de Europa, en el sudoeste y este de Asia y también en el este de Norteamérica, antes de la plaga de la castaña. Durante la Edad Media, en el sur de Europa, las comunidades que habitaban cerca de bosques de castaños y que tenían escasez de acceso a la harina de cereal, utilizaban las castañas como principal fuente de carbohidratos.
Su conservación
Para conservar las castañas éstas tienen que estar completamente secas antes de retirar la cápsula espinosa que las contiene, y dejarlas en una caja o barril cubiertas de arena fina.
La castaña es un fruto seco rico en grasas, proteínas, minerales y vitamina C. Es por ello que durante años, las castañas constituyeron un importante aporte calórico tanto para el hombre como para los animales, que las utilizaban para su alimentación.
La castañicultura
En la actualidad, el principal productor de castañas es China, seguida de Corea del Sur, Italia y Turquía.
En España, la castañicultura está localizada en la comunidad de Galicia, donde se celebra el Magosto. Esto es, una fiesta tradicional de recogida de castañas que se realiza entre finales de octubre y principios del mes de noviembre. Pero esta fiesta no solo se celebra en Galicia, también en lugares como Extremadura, Toledo o Asturias (donde la llaman Amagüestu), Cataluña (donde la llaman Castanyada), País Vasco, Navarra o Canarias. En todos ellos, la castaña tiene un papel protagonista.
🌰 La receta: Crema de calabaza y castañas 🌰
Ingredientes:
2 trozos de calabaza cruda
1 zanahoria
6/7 castañas crudas
pizca de sal
pimienta blanca molida
caldo de verduras
leche evaporada
Pasos a seguir:
Lo primero que vamos a hacer será abrir la calabaza y retirar la cortez dura del exterior y las pepitas del interior.
Como solo vamos a utilizar dos trozos grandes lo que os recomiendo es que hagáis en pedazos grandes el resto de la calabaza y la guardéis al congelador para usos posteriores.
Podéis consultar esta guía donde encontraréis un montón de recetas variadas para utilizar la calabaza tanto en recetas dulces o saladas. De esta manera le podéis sacar mayor partido a la calabaza que hayáis comprado, o que os hayan regalado, pues la calabaza es un fruto que habitualmente, crece en tan gran cantidad, que siempre tenemos algún conocido, amigo o familiar, que nos da más de una a lo largo de todo el otoño y lo que va de invierno.
Yo, personalmente, poseo una huerta y cultivo calabazas de invierno. Así que en mi casa nunca faltan. A parte de que me encantan. Tan solo con un poco de azúcar espolvoreada en la superficie y asadas en el horno constituyen una rica merienda de lo más saludable.
Bueno, una vez pelada la calabaza, pelamos también las castañas crudas.
En una sartén honda agregamos un chorrito pequeño de aceite de oliva y doramos los trozos de calabaza y las castañas, junto con una zanahoria cortada en rodajas.
Cubriremos de caldo de verduras hasta cubrir y dejaremos cocer unos quince minutos.
A continuación agregamos un chorrito de leche evaporada, que es más ligera que la nata para cocinar o crema de leche, y salpimentamos. Dejamos cocer un par de minutos más.
Trituramos bien la crema de calabaza y castañas hasta obtener una textura suave y fina. Podemos servir bien caliente en un bol con unos sencillos picatostes.
La mezcla de calabaza y castañas os va a encantar, estoy segura. Una crema de calabaza con un toque diferencial a base de castañas, una crema prevista para combatir el frío y recargar las vitaminas de nuestro cuerpo de cara al invierno.
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