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Baklava turca, el postre más deseado de Estambul |
Baklava turca, el postre más deseado de Estambul
El origen de la Baklava no está muy claro. Se cree que procede de Siria, aunque su fama pronto alcanzó las cocinas del Palacio de Topkapi, en Estambul. Es un postre que a lo largo de la historia se ha consolidado en nuestras cocinas, de influencias turcas, bizantinas, islámicas y persas.
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Baklava turca, el postre más deseado de Estambul |
Tanto que hace seis siglos que se cocinó por primera vez en Turquía, y hoy por hoy es reconocido en todo el planeta.
Es un postre que adquiere su mejor textura transcurridas veinticuatro horas después de su horneado. Nunca conservado en frio. Se puede guardar durante días a temperatura ambiente.
Este dulce tan popular en la gastronomía otomana, se elabora a base de pistachos y nueces trituradas, distribuidas sobre masa filo, y todo ello bañado en almíbar de miel.
Hasta mediados del siglo XIX, solo se conocía entre las clases más acomodadas, siendo notorio que, por ejemplo, los sultanes, presentaban bandejas de baklava a los jenízaros en el 15º día de Ramadán, en una ceremonia llamada Baklava Alayi.
Recientemente he adquirido un libro de un chef, Musa Dagdeviren, que se hizo famoso por la serie de Netflix, "Chef´s Table" y que posee tres restaurantes en Estambul. El libro, por si a alguien le interesa es "Turquía Gastronomía" y cuenta con más de 500 recetas que celebran la herencia europea y asiática de la cocina turca. Entre ellas, el kebab, las galletas maamoul, la helva, etc. Me tiene loca este libro, y es que soy una apasionada de la cocina árabe. Las especias, los aromas, los intensos sabores, el colorido,... me fascina esta cocina. Ya iré poniendo recetas del libro que vaya preparando por si hay algún apasionado como yo entre mis lectores, de esta gastronomía.
Sinceramente os tengo que decir, que de entre todos los postres y dulces que he cocinado a lo largo de mi vida, que no son pocos realmente, son muchísimos, este diría que está en el top top de los postres. De los más ricos y deliciosos que he preparado, exquisito, de diez. Por la textura, por el relleno, por el crujiente que perdura durante días, por el sabor, por todo, increíble de verdad os lo digo. Yo lo preparé en Navidad y me parecen unas fechas excelentes para comerlo. Se pude preparar todo el año, pero es que es tan vistoso y tan bonito, que en Navidad queda muy bien.
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Baklava turca, el postre más deseado de Estambul |
📝Para imprimir la receta de Baklava turca en pdf pincha aquí 👈
Ingredientes:
1 paquete de masa filo de 10 hojas (20 hojas por la mitad)
150g nueces peladas
150g almendras peladas
100g pistachos pelados
2 c/c canela molida
50g azúcar moreno
200g mantequilla
Para el almíbar de miel:
220g azúcar moreno
65g miel
180ml agua
la piel de una naranja
Pasos a seguir:
Para el almíbar de miel
Pondremos en un cazo a calentar el agua junto con la miel, el azúcar moreno y la piel de naranja.
Dejamos 10 minutos más o menos hasta adquirir una consistencia no muy densa, para poder repartirlo bien después por la superficie de la baklava. El almíbar debe estar frío antes de usarlo. Por eso lo haremos al principio y lo reservaremos.
Para las capas de pasta filo
Iremos picando a cuchillo los frutos secos. Todos por separado, que no queden trozos grandes, que quede bien pequeño. Os digo que lo hagáis a cuchillo para no pulverizarlos si utilizáis una máquina. Será un proceso más laborioso pero yo creo que queda mucho mejor después.
Mezclaremos las nueces y las almendras con azúcar moreno y canela. Va a quedar una mezcla espectacular, con un gran aroma a canela.
A continuación elegiremos un molde en mi caso rectangular de la medida de las hojas de pasta filo que vayamos a utilizar.
Derretiremos la mantequilla en el microondas.
Precalentaremos el horno a 140º.
Pincelamos la base del molde con la mantequilla derretida y la depositamos al fondo.
Untamos la hoja de más mantequilla con un pincel y ponemos otra hoja. Así iremos poniendo capa sobre capa hasta poner un total de 7 hojas. Momento de repartir la mitad de la mezcla de frutos secos. Que cubra bien toda la superficie.
Y repetimos la operación. Vamos untando cada hoja de pasta filo y vamos superponiendo una sobre otra hasta un total de 7 hojas más. Volvemos a rellenar con el resto de frutos secos y acabamos con las últimas 6 capas que nos quedarán de pasta filo.
Antiguamente se utilizaban 33 hojas que representaban la edad de Cristo, pero a mí me parece una exageración.
Llegados a este punto, cortaremos de forma transversal todo el pastel.
De izquierda a derecha y de derecha a izquierda formando rombos. Este paso es imprescindible realizarlo en este momento, puesto que después de horneado no se podría hacer de ningún modo.
Horneamos a 140º durante dos horas.
Finalmente, recién sacado del horno, vamos repartiendo por toda la superficie, el almíbar de miel y azúcar moreno que teníamos reservado hasta cubrir por completo, y al final espolvoreamos con los pistachos picados.
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