
El soufflé o suflé es una elaboración muy ligera de origen francés. Un plato suave, esponjoso y delicado, elaborado a base de salsa bechamel combinada con otros ingredientes cortados o rallados, a la que incorporamos claras de huevo montadas a punto de nieve.
La elaboración del soufflé puede ser tanto dulce como salada. Por tanto, puede servirse como postre o como entrante o primer plato.
La palabra soufflé, en francés, proviene del participio pasado del verbo souffler, por tanto significa soplado o inflado.
La base del soufflé siempre nos va a proporcionar un sabor y una textura suaves. En el caso de los soufflés dulces, los sabores más habituales son el chocolate o el limón, y en el caso de los salados suelen incluir quesos, hortalizas como la patata, o el marisco.
Cuando el soufflé sale del horno, donde se ha hinchado y ha duplicado su volumen, suele bajar y deshincharse al cabo de pocos minutos, por lo que el soufflé debe servirse inmediatamente.
Para servirlos se suele utilizar un molde especial de cristal, redondo, con las paredes altas.
📝Para imprimir la receta de Soufflé de queso en pdf pinche aquí 👈Ingredientes para unos 6 soufflés de queso:
5 huevos
30 g mantequilla
50 g harina normal
500 ml leche
sal
pimienta negra recién molida
una pizca de nuez moscada
100 g queso rallado emmental o gruyère
Pasos a seguir:
Prepararemos una bechamel como siempre lo hacemos. Una bechamel un poco espesa. Para ello, en una sarten pondremos la mantequilla a fundir. Cuando se haya derretido añadiremos la harina y tostaremos un poco. Añadiremos la leche caliente y dejaremos que vaya espesando poco a poco. Salpimentamos y añadimos un poco de nuez moscada. Apartamos del fuego y reservamos.
Por otro lado mezclamos las yemas de los huevos junto con el queso rallado elegido. Un queso de sabor fuerte es el ideal para este tipo de receta. Un queso fuerte y fundible, como el Gruyere o el Emmental.
A continuación montamos las claras a punto de nieve y mezclamos las tres preparaciones. Con movimientos envolventes y sin prisa, dejamos que todo vaya integrándose poco a poco para verterlo en los moldes que habremos untado previamente de mantequilla muy bien.
Finalmente, solo nos queda hornear 25 minutos a 180º en una rejilla situada en la parte baja del horno y servir cuando esten templados.
Esta no es la primera vez que preparo soufflés en casa. La verdad es que es una receta de lo más divertida porque admite muchas variantes, casi tantas como nuestra imaginación nos permita. Ya en el blog tengo publicadas dos recetas más de soufflés que os dejo más abajo. Sin embargo, la receta del suflé sencillo de queso no la había publicado hasta ahora. Así pues, espero os sirvan de inspiración estos suflés salados para preparar en los próximos días los vuestros propios, solo tenéis que elegir los ingredientes que más os apetezcan y combinarlos.
Y si queréis ver el soufflé que preparé para el reto de Desafío en la cocina aquí os dejo el enlace a la receta.
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