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Mermelada de melocotones de temporada |
Ya sé que parecen albaricoques pero no, son melocotoncitos. Unos melocotones pequeños pero dulcísimos que me trajo mi padre de la huerta. Ya veis en la foto qué anaranjados se ven. En cuanto los vi tan maduros y tan dulces tuve claro que iba a hacer una rica mermelada de chuparse los dedos.
Y aquí me tenéis. Con los ingredientes pesados os indico las cantidades que he utilizado.
A ver si el año que viene, mi melocotonero y mi árbol de paraguayos empiezan a darme fruto, porque de momento apenas me dio 3 melocotones y 3 paraguayos. Son árboles jovencitos, solo tienen 2 años este verano. Voy a poneros unas fotos para que veáis cómo están este año floreciendo.
Árbol del paraguayo a finales de marzo. Ya están echando flores porque hace calor.
Mi melocotonero finales marzo. Empieza la primavera y empieza a florecer.
La receta
Es necesario saber que para lograr una buena mermelada es necesario que el fruto tenga cierta cantidad de pectina, por ejemplo, los cítricos, el membrillo y la manzana. Por ello se le añade siempre el jugo de una naranja, un limón, o el corazón de la manzana o membrillo, ricos todos ellos en pectina.
Ingredientes
1 kg de melocotones sin piel ni hueso maduros
350 gr azúcar
jugo de 1 limón
1 ramita de canela
Os pongo las cantidades que yo he utilizado a mi gusto. Ya os digo siempre que las mermeladas son algo personales. Te pueden gustar:
- mas o menos dulces (dependerá del azúcar que echéis y del grado de madurez de la fruta)
- fruta triturada o no
- con aromas añadidos tipo canela, cítricos, especias...
- con licores añadidos (kirsch, naranja, ...)
- azúcar blanco o moreno
Por tanto, empezáis echando los 350g y si después os gusta más dulce, vais probándola por si queréis poner más azúcar. A mi como no me gusta que el azúcar se apodere del sabor de la fruta es la cantidad que he puesto. También hay que tener en cuenta que mis melocotones estaban muy maduros, de modo que no necesitaban tanto azúcar.
Pasos a seguir
En primer lugar tengo que comentaros que nunca pongo las mismas cantidades de azúcar y fruta, no lo suelo pesar, lo hecho siempre a ojo.
En un principio pelo y deshueso toda la fruta y la corto en trozos grandes que pongo en una cazuela con bastante azúcar. Por ejemplo, un kilo de fruta pelada y medio kilo de azúcar. Echo el zumo de medio limón exprimido, el palito de canela y dejo reducir a fuego suave removiendo de vez en cuando.
Y voy probando la mermelada hasta que llega al punto de dulzor que me gusta. A veces, dependiendo de lo madura que esté la fruta necesita más o menos azúcar. Yo por eso lo hago así. Además, tampoco me gusta excesivamente dulce, me gusta que se note el sabor de la fruta.
Por otro lado, podemos triturar o no. Yo no lo hago. Me encanta la textura de la mermelada sin triturar.
Respecto a la textura que tiene que quedar, tenemos que tener en cuenta siempre que después de apagar el fuego, la mermelada siempre espesa un poco. Os lo digo porque más vale que apaguéis el fuego un poco antes, y cuando se enfríe comprobéis que esté espesa a vuestro gusto, de lo contrario si os pasáis en reducirla en caliente, cuando se enfríe será un mazacote.
Más vale pasarse un poco de líquida y rectificar, volviendo a reducirla un poco más que pasarse de espesa, que luego ya no tiene remedio.
En este caso estuvo unos 40 minutos a fuego suave.
Cuando esté fría, la embotáis en botes esterilizados previamente. Y a continuación, sumergís los botes boca abajo en una cazuela con agua hirviendo, tapados, durante 5 minutos.
Dejáis enfriar y podéis guardarlos en la despensa todo el año.
Os dejo una recetilla
con melocotones y otra con
mermelada de melocotón por si os apetece hacerlas...
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