La mermelada es una conserva de fruta cocida en azúcar. Sin embargo la confitura es una fruta u otra cosa confitada.
La palabra castellana "mermelada" proviene del idioma galaico-portugués "marmelada". Esto significa "confitura de membrillo".
A su vez, esta palabra tiene un origen griego (melimelon), esto es miel y manzana. Ya los griegos en la antigüedad cocían membrillos en miel para su conservación. Esto lo sabemos porque figura recogido en un libro de cocina antiguo del romano Apicio.
Pero no fue hasta 1480, año en el que aparece esta palabra escrita en inglés en antiguos documentos. Posteriormente se divulgó en el s. XVII, cuando en Escocia empezó a prepararse la famosa mermelada de naranja amarga de Sevilla. A partir de entonces, en los países europeos se designaba como mermelada todas aquellas conservas dulces hechas con cítricos. Aunque en algunos países como Portugal se siguió llamando dulce de membrillo. Curiosamente, los ingleses llaman "jam" a todas sus mermeladas excepto a la "Seville orange marmelade".
Cuenta la historia, a modo de leyenda, que cuando se encontraba enferma María Estuardo, reina de Escocia, su médico le daba naranjas con miel para aliviarla de los mareos que sufría en sus viajes en barco. Su séquito francés comentaba al respecto.... "Marie est malade", es decir María está enferma. Y de esta frase en frances derivaría la palabra "marmalade".
Hacia el año 1700 un barco procedente de Sevilla cargado de naranjas llega al puerto escocés de Dundee para protegerse de una tempestad. El cargamento de naranjas está a punto de podrirse. Esta situación llega a oídos de una pareja de venteros, los Keiller, que ven en ello una buena oportunidad de negocio. Compran a buen precio todo el cargamento y, a pesar de que venden mucho, no todo lo necesario ni con la rapidez debida para que las naranjas no se pudran. Es en este momento que la Sra. Keiller tuvo una idea genial: hacer mermelada con las naranjas restantes, lo que resultó delicioso. La familia entera se puso a la tarea de hacer mermelada para evitar que se pudrieran y, con el fin de obtener mayores ganancias, comenzó a poner pedazos de la cáscara, así los frascos se llenaban más rápido como el beneficio económico esperado, sin contar con que el resultado era delicioso.
Sea como fuese, esta forma de conservar la fruta o vegetales, ha llegado hasta nuestros días, para beneficio nuestro, y podemos disfrutar de este rico manjar de reinas en sus tiempos.
Es necesario saber que para lograr una buena mermelada es necesario que el fruto tenga cierta cantidad de pectina, por ejemplo, los cítricos, el membrillo y la manzana. Por ello se le añade siempre el jugo de una naranja, un limón, o el corazón de la manzana o membrillo, ricos todos ellos en pectina.
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