Mermelada casera de naranja y limón con aroma de hierbabuena

Mermelada casera de naranja y limón con aroma de hierbabuena

¿Sabíais que la mermelada de naranja amarga es la preferida de la reina Isabel II de Inglaterra?

Desde hace años es conocido por todos los ingleses que la reina disfruta de esta mermelada elaborada a base de naranjas amargas sevillanas, traída expresamente desde España. Y es que la mermelada de naranja puede tener diversas variantes que la hacen exquisita. Podemos hacer mermelada con naranjas amargas, mermelada con naranjas dulces, mermelada de naranja con plátano, con fresas, con zanahoria o con calabaza. Las posibilidades son muchas.

Yo he optado por una mermelada de cítricos combinando naranja y limón. Me encanta el sabor refrescante de estas frutas. Y el resultado, aromatizado con la hierbabuena, es exquisito. 

Para hacer esta mermelada he utilizado naranjas de la variedad Navel, naranjas gordas, de las de zumo. Y limones gordos, de los de ensalada, que tienen una gruesa carne blanca en su interior. 

Ahora es la época perfecta para hacer este tipo de mermelada. Los naranjos que rodean la zona donde resido, al igual que los limoneros, están repletos de fruta en estos momentos. Y podemos encontrarlos en su punto óptimo de calidad y maduración. 

Además, también la hierbabuena está empezando a crecer alta y vigorosa en la huerta. Todos los años se regenera y crece de nuevo. Se seca en invierno para volver a brotar en primavera verde y aromática, preciosa y vigorosa. Un color verde que llena de color y aroma la huerta.

He utilizado un pequeño ramillete para darle algo más de frescor y aroma a la mermelada de cítricos que he preparado. 

Este mes, Pilar, del blog Postres Originales, nos propone dos ingredientes para redactar un bonita entrada llena de color y sabor, como su reto, para participar junto con otros y otras cociner@s de otras regiones de España, o incluso de fuera de nuestras fronteras, utilizando alimentos de temporada. 

Así pues, yo he decidido participar con una fruta, la naranja. Y como tiene que ser la protagonista de mi receta, qué mejor papel que el que desempeña en esta mermelada casera acompañada de su fiel compañero, el limón. 

Si visitáis el reto y su blog, podréis ver el resto de recetas de los participantes.

Mermelada casera de naranja y limón con aroma de hierbabuena

Bueno, pues vamos a proponernos nosotros también desayunar todos los días como reinas y reyes.

De igual manera que la Reina Isabel II, vamos a darnos un homenaje con un desayuno real. Un desayuno para empezar el día de la mejor manera posible, con una joya de mermelada casera de naranja y limón como ésta. 

Animáos a prepararla. Si bien no os gusta el limón o la hierbabuena, podéis probar a prepararla junto con otras frutas como la manzana, la fresa, el plátano,... o sola. Las posibilidades son infinitas. No os de miedo el amargor, porque la mermelada sale muy dulce y rica. Se puede comer en unas rústicas rebanadas de pan de pueblo tostadas y untadas de mantequilla. O bien podemos usarla para rellenar una rica tarta Sacher, un bizcocho casero o como acompañante de una tarta de queso de naranja. Para rellenar pastas de té, o cualquier otro postre que se os ocurra. 

Mermelada casera de naranja y limón con aroma de hierbabuena

  

¡¡¡ Es tiempo de naranjas, es tiempo de limones, es tiempo de hierbabuena!!!!

¡¡¡¡Dejemos que estos aromas se cuelen por la ventana de nuestras casas e invadan nuestros hogares!!!!!

Mermelada casera de naranja y limón con aroma de hierbabuena

⏰ Tiempo preparación: 30 minutos

⏳  Tiempo total de cocinado: 1h 30 minutos

📑  Para imprimir la receta de Mermelada casera de naranja y limón con aroma de hierbabuena en pdf pinche aquí.👈

Para hacer esta mermelada de naranja y limón con aroma de hierbabuena vamos a necesitar aproximadamente....

Ingredientes para 2 botes grandes:

1,5 kg de naranjas gordas (entre 10 y 14 depende del tamaño)

0,5 kg. de limones (unos 4 limones aproximadamente)

1,2 kg de azúcar blanco

1 ramillete de hierbabuena

la piel de 8 naranjas

la piel de 2 limones

Pasos a seguir:

Vamos a lavar bajo el agua del grifo tanto las naranjas como los limones porque vamos a utilizar su piel para incorporarla a la mermelada. 

Lavaremos también las hojas de hierbabuena y las reservaremos. 

A continuación, con la ayuda de un pelador, vamos a ir retirando la piel fina de 8 naranjas y 2 limones sin la parte blanca. Con un pelador este proceso es muy fácil. La parte blanca amargaría la mermelada, por ello debemos evitarla en la medida de lo posible.

Para eliminar el amargor de las pieles, las tendremos que hervir dos veces en agua durante 5 minutos. Les damos un primer hervor y las escurrimos. Las hervimos una segunda vez otros 5 minutos y volvemos a escurrirlas. Después con un cuchillo afilado las cortaremos en pequeñas tiras que luego incorporaremos a la mermelada.

Pelaremos todas las naranjas y limones. Yo he utilizado limones de piel gruesa, los de ensalada. Me resultan más fáciles de pelar. Tened en cuenta que no debe quedar nada blanco, como en la foto. Para que la mermelada no amargue.

Pesaremos las naranjas y los limones, y los pondremos en una cazuela troceados, junto con la mitad de su peso en azúcar aproximadamente. Yo usé un poco más de la mitad. Al trocear las naranjas y los limones podemos quitar también la parte blanca que aparece en el medio. 

Añadiremos también a la cazuela las pieles en tiras o picadas. 

Dejaremos que la mermelada hierva durante una hora y media a fuego suave, removiendo de vez en cuando y sin perderla de vista, para que no se pegue al fondo de la cazuela. Cuando le queden unos treinta minutos para estar terminada, podemos añadir un ramillete de hierbabuena fresca para que adquiera el aroma fresco de esta hierba aromática. Pasados diez minutos podemos retirarla con cuidado de no quemarnos.

Poco a poco, el líquido irá reduciendo. E irá espesando. Podemos triturar o no, según el gusto. A mí, desde luego, me gusta sin triturar, me gusta la textura que adquiere más natural. También podemos evitar la incorporación de la piel de la naranja y el limón si no nos gusta o la encontramos un poco amarga todavía. 

Si no la incorporamos estará más dulce, pero la piel le da carácter a la mermelada, le da potencia al sabor final. Y genera un efecto en las papilas gustativas que hace que quieras untarte otra rebanada más de pan en esta deliciosa mermelada casera. De hecho, la piel de la naranja y el limón es un saborizante natural.

🍊🍊

¿Cómo esterilizar los botes de cristal donde vayamos a embotar nuestra mermelada?🍊🍊

1. Lo primero será separar las tapas de los botes e introducir ambos (tapa y bote) en una cazuela con agua hirviendo al menos durante 10 minutos.

2. En segundo lugar, debemos dejarlas escurrir sobre un paño de algodón limpio hasta que se absorva todo el agua y nos queden bien secos en su interior. Cuidado al cogerlos en caliente. Podemos hacerlo con unas pinzas o unos guantes para no quemarnos.

3. Rellena los botes con la mermelada caliente. Hasta arriba. No debemos dejar los botes a medias puesto que en este caso no estaríamos haciendo bien la conserva.

4. Dejarlos descansando boca abajo, Para que hagan el vacío. Y queden bien cerrados.

5. Volver a poner una cazuela con agua a hervir y meter los botes boca abajo o completamente sumergidos durante otros 30 minutos más. Esta vez sí se creará el vacío perfectamente y además el bote quedará perfectamente esterilizado. 

6. Guardar siempre las conservas en la despensa en un lugar fresco y seco, boca abajo y tapadas con un paño para crear oscuridad. Esto es opcional, pero siempre nos asegurará una óptima conservación del producto.

7. Una vez abierta la mermelada no podemos volver a dejarla en la despensa. Debemos guardarla en el frigorífico. Las conservas sin abrir nos van a durar un año en la despensa con toda seguridad.

De modo que si vais a preparar mermeladas de frutas de temporada, podréis degustarlas el resto del año. 

Espero que esta entrada os haya resultado útil y que pronto os animéis a preparar vuestras propias mermeladas caseras que siempre están mucho más sabrosas y ricas que las industriales. Sin olvidar que las caseras llevan tan solo azúcar y fruta, fruta y más fruta. Nada de conservantes, ni colorantes, ni edulcorantes, ni... nada de nada que no conocemos.

Y si os habéis quedado con las ganas de descubrir más recetas de mermeladas caseras, más abajo os voy a dejar un post recopilatorio con un montón de ideas para dar a vuestras mermeladas caseras un toque diferente. 

Podéis dejarme vuestros comentarios, estoy encantada de leerlos...

Mermeladas caseras con un toque diferente. Sonríe a la vida con estas mermeladas. Feliz cada día con una mermelada diferente.