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New York cheesecake (Tarta de queso y frutos rojos) |
La tarta de queso o mundialmente conocida como "cheesecake" es una tarta horneada elaborada a base de lácteos.
Todos pensamos en los Estados Unidos cuando oímos hablar de la New York cheesecake y de tantos otros postres como los brownies o el banana bread. Sin embargo, su origen no es precisamente neoyorquino, sino greco-romano.
Originariamente, la tarta de queso no era ni de lejos igual a la que conocemos hoy día.
De hecho, su historia se remonta a la Antigua Grecia. Fue a partir de la celebración de los Juegos Olímpicos, allá por los años 776 a.C. cuando los atletas griegos, aconsejados por los médicos tomaban este pastel compuesto de queso con miel y harina que suponía una valiosa fuente de energía. Uno de estos médicos consejeros fue el griego Galeno Claudio, médico floreciente durante el s. II quien también estuvo en una escuela de gladiadores, tratando golpes y heridas, profundo conocedor de la anatomía humana.
Hacia finales del s.II-principios del s.III, casi 1000 años después, el escritor griego Ateneo de Néucratis, recogió la receta en un libro en el que describe cómo los griegos calentaban el queso desmenuzado en una olla de cobre con miel y harina para posteriormente servirlo y comerlo frío.
Más tarde, llegó la conquista del Imperio Romano, y con ellos, este pastel de queso evolucionó dando un paso más en su elaboración, de forma que a la mezcla de queso se le añadió huevo y pasó a hornearse entre ladrillos calientes. Por aquel entonces, los romanos conquistadores de la antigua Grecia pasaron a llamarlo "libuma" y ya, sólo se consumía en ocasiones especiales.
Marcus Porcius Cato, más conocido como Catón el Viejo (234-149 a.C.) fue un escritor, político y militar que llegó a ser cónsul durante la época romana. En su manual "De Agri Cultura" incluye recetas de tres pasteles de queso para usos religiosos: libum, savillum y placenta. Dicho libro se popularizó durante el desarrollo de los Juegos Olímpicos griegos.
A partir de la extensión del Impero Romano por toda Europa, la receta del pastel de queso fue modificada en cada país según sus costumbres. Para más tarde llegar a Estados Unidos por medio de los primeros colonos europeos.
Así por ejemplo, en Italia se hacía tarta de queso con ricotta o mascarpone, en Grecia con feta o mizithra, en Francia con neufchâtel, en Alemania con cottage o quark y en Estados Unidos con queso crema.
No fue hasta 1872, año en el que un fabricante de quesos de Nueva York, William Lawrence de Chester, en su afán por conseguir la elaboración del famoso queso francés neufchâtel, por causalidad descubrió un nuevo queso crema muy suave que empezó a vender en las tiendas locales bajo el nombre de Philadelphia Cream. En 1928, la compañia Kraft Foods compró la fábrica y empezó a comercializar este queso.
El autor de la genuína New York cheesecake fue Arnold Reuben, un joven alemán que había llegado a Estados Unidos para dedicarse a la restauración y que después de probar una tarta de queso muy especial en una cena a la que había sido invitado consiguió su propia versión neoyorquina del cheesecake.
Desde principios del siglo XX se viene elaborando cheesecake en todas sus versiones. Cada cafetería, cada rincón del país tiene su propia versión. En Chicago, por ejemplo, podemos encontrar la cheesecake a base de crema agria, o en St. Louis, rellena con una capa adicional variada entre la crema de queso.
Y no solo en Estado Unidos pasa eso. En Europa podemos encontrar distintas versiones de la cheesecake como por ejemplo en Polonia, país en el que la tarta de queso es conocida como Sernik. O Alemania, donde la base se realiza con una masa recién hecha. Incluso en Asia, concretamente en Japón, elaboran la tarta de queso con claras de huevo y almidón de maíz, que la hace más firme y consistente.
Sea como sea, quién puede resistirse a una porción de tarta de queso recién horneada.
Os dejo con la receta y unos consejos.
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New York cheesecake (Tarta de queso y frutos rojos) |
TIPS
Es recomendable no utilizar ninguna fruta que contenga enzimas "come proteínas" vivas, tales como papaya, piña o mango, sin cocinar éstas primero, si no, el pastel de queso no cuajará.
Para que el pastel de queso no se quiebre por encima al hornearlo, se recomienda no batir demasiado los huevos cuando se incorporan con el queso cremoso.
También, cuando el pastel esté cuajado, se puede apagar el horno, y dejar que se cocine con el calor remanente.
Ingredientes para la New York cheesecake de frutos rojos
Para la base
120 gr galletas trituradas
40 gr mantequilla derretida
Para el relleno
750 gr queso crema
150 gr azúcar
2 cdas harina
3 huevos y 2 yemas
1 yogur griego
Para decorar
mermelada de fresa, arándanos,..
Pasos a seguir
Triturar las galletas y mezclar con la mantequilla derretida.
Poner en una base desmoldable con papel de horno abajo y aplastar con una cuchara. Hornear 10'.
Batir el queso con el azúcar y añadir la harina tamizada. Batir manualmente los huevos de uno en uno y por último el yogur.
Verter la mezcla sobre la base y hornear 15' a 180º. Y 1 hora más a 100º. Pasado este tiempo apagamos el horno sin sacar la tarta hasta que esté totalmente fría. Es mejor hornear sin aire para que no suba mucho y se rompa.
La pondremos al frigo durante 1 hora como mínima. Podéis añadirle una mermelada o salsa de frutos rojos por encima si os gusta.
Para la mermelada podéis utilizar mermelada de frutos rojos, frambuesa, fresa, arándanos, cereza,... de lo que os apetezca. Yo personalmente uso siempre mermelada casera.
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New York cheesecake (Tarta de queso y frutos rojos) |
Aquí os dejo un recopilatorio de mis mermeladas por si os apetece preparar vuestra propia mermelada casera.
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