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| Almendrados de coco de Navidad: dulces de convento |
Durante la época navideña es habitual disfrutar en nuestra mesa de multitud de dulces para todos los gustos: polvorones, mazapanes, pastissets, cortadillos, turrones, rollos, mantecados, peladillas, almendrados y cómo no el anfitrión, el roscón de reyes.
Este año he querido preparar unos ricos almendrados y colgar la entrada en el blog para que podáis disfrutar de ellos si os apetece prepararlos.
Los almendrados son unas pastas tradicionales en toda España durante las celebraciones navideñas. En Andalucía existe una gran tradición repostera en torno a los almendrados. Algunos de sus conventos preparan almendrados desde tiempos antiguos, guardando con recelo su receta. A pesar de ello, ya podemos encontrar estos ricos dulces de convento fuera de ellos.
Sin embargo, como os decía, no solo en Andalucía son típicos los almendrados, sino fuera de esta comunidad, en muchos rincones de España, los almendrados son un dulce conventual famoso. Es el caso de los almendrados de Allariz, capital repostera del interior de Galicia, donde los dulces de convento se han convertido en un patrimonio repostero conventual especialmente rico. Y así, en el convento de Belvís, situado en una colina que mira a la antigua Compostela amurallada, hoy se siguen preparando unos almendrados realmente adictivos.
Además de ser rápidos y fáciles de hacer, no nos van a hacer falta demasiados ingredientes para su elaboración.
Se trata de una elaboración sencilla a base de azúcar, huevo y almendra molida. Tienen forma redondeada, a modo de galletas, que se depositan sobre una oblea.
Los almendrados son una elaboración típica de las fiestas de Navidad, diferente en cada región, pero con la almendra como protagonista, y no podía ser menos.
Para estas fechas, la almendra es uno de los frutos secos reyes de las mesas navideñas.
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| Almendrados de coco de Navidad: dulces de convento |
Incluir en la dieta el consumo de almendras tiene muchos beneficios para la salud, debido a que aporta, entre otros nutrientes, vitaminas, como la E, antioxidantes, fibra y oligoelementos, proteínas, grasas monosaturadas y minerales, como hierro, magnesio, potasio, fósforo, calcio y zinc.
Este año he tenido un gran amigo, Pepe, que me ha dado una sorpresa obsequiándome con dos cestas repletas de almendras. No se imagina la ilusión que me ha hecho y el rendimiento que le saco a este fruto seco. Por suerte, ha sido un año bueno para su recolección.
Estas almendras provienen de Benlloch, un pintoresco pueblo del interior de la provincia de Castellón, que alberga campos repletos del cultivo de este fruto seco, que se recoge durante los meses de agosto, septiembre y octubre.
La almendra es de uso habitual en la repostería y por tanto, se presta a la preparación de múltiples dulces y postres riquísimos: cremas, bizcochos, galletas, helados...
Cuando las vi, en mi cabeza desfilaron varias postres que no iban a faltar este año en mi casa ni en mi blog. Por ahora, voy con esta receta de almendrados caseros, perfectos para estas fiestas que os van a encantar.
La única variación que he introducido porque me parecía que le iba a dar un toque interesante es el coco rallado. He sustituido 40 g de almendra molida por 40 g de coco rallado, que también es un fruto muy navideño típico de estas fechas.
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| Almendrados de coco de Navidad: dulces de convento |
Ingredientes:
1 huevo
150 g azúcar glass
175 g almendra molida
40 g coco rallado
ralladura de limón
almendras enteras para decorar
Pasos a seguir:
Precalentamos el horno a 180º durante diez minutos.
Preparamos una bandeja de horno forrada de papel sulfurizado o una lámina de silicona.
Extendemos las obleas sobre la lámina, separadas entre sí. (Yo no tenía).
Montamos la clara del huevo a punto de nieve. Mezclamos todos los ingredientes juntos en un bol. Nos quedará una masa espesa, ni muy dura ni muy blanda. Iremos cogiendo pegotitos de masa e iremos formando bolitas. Yo tomé como medida 30g y me salieron justo doce almendrados, que fui depositando sobre la lámina de silicona.
También podemos usar una manga pastelera si nos resulta más cómodo, de manera que vayamos depositando pegotitos de masa sobre cada una de las obleas. Si elegimos una boquilla rizada ancha, los almendrados tendrán una forma estriada más bonita y vistosa.
Adornamos con una almendra entera y horneamos a 180º hasta que estén dorados, unos quince minutos. Dejamos enfriar completamente y estarán listos para degustarse.
CONSEJO
Si no tenéis obleas como era mi caso, cuando estén los almendrados de coco en caliente los despegáis con cuidado de la lámina de silicona para que luego no os los encontréis pegados y se os rompan.
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