Lasaña de carne con espinacas y queso crema

Lasaña de carne con espinacas y queso crema

Hoy me he levantado con ganas de comer una buena lasaña. Una comida elaborada y contundente, que llene. Y es que me apetecía un plato de pasta italiano, pero que no fuese lo de siempre. 

Me declaro fan de la gastronomía del país de la bota, Italia. Me gusta cocinar todo tipo de pasta: maccaroni, pennes, fusilli, trottole, trofies, tagliatelle, mafaldas,... pero mi verdadera pasión son los canelones y la lasaña. De hecho, son uno de mis platos favoritos, y allá donde voy, si puedo pedirlos en el restaurante, fijo que cae un plato de esta rica pasta, con su bechamel y su queso gratinado humeante... mmmm ... me chifla.

Por desgracia, no puedo prepararlos tantas veces como quisiera porque son muy laboriosos y no siempre tengo tiempo. Por eso, suelo guardar este tipo de platos para el fin de semana, en el que andamos un poco más desocupados. 

Lasaña de carne con espinacas y queso crema

Y como siempre, la lasaña y los canelones dan mucho juego a la hora de cocinarse. ¿El por qué? Sencillamente porque no necesariamente tienen que ser de ragú o salsa boloñesa, de atún, de berenjena o de espinacas. Podemos echar imaginación e incorporar los ingredientes que más nos apetezcan o que tengamos por casa e intercalarlos entre placa y placa de pasta. 

Son muy eficaces a la hora de acabar restos del frigorífico. Un calabacín por aquí, un pedazo de queso por allá, unas pocas salchichas que nos hubiesen sobrado... 

Cualquier cosa vale para ponernos delante de los fogones y ponernos a cocinar, y sentirnos felices haciéndolo. No necesariamente tenemos que seguir siempre todas las recetas a rajatabla. De hecho, las que más nos gustan siempre son las que adaptamos a nuestras preferencias. 

Así me pasó a mí. Tenía pendiente una receta de cane picada junto con mis compañeras de Reto tus recetas para este mes de mayo; y tenía un montón de carne picada en el congelador, de ternera y de cerdo, unas espinacas que compré para hacerlas con bechamel, pero que al final no las hice, una tarrina de queso crema sin abrir en un rincón del frigorífico, y casualmente unas placas de pasta de lasaña que todavía no había utilizado. Es una mezcla que se suele preparar a menudo para rellenar la lasaña, así que ni corta ni perezosa, tenía los ingredientes listos para preparar mi antojo y mi participación en el reto. Os dejo con los pasos y los ingredientes necesarios para hacer esta rica lasaña de carne con espinacas y queso crema.

Lasaña de carne con espinacas y queso crema

Existen otras variantes a lo largo y ancho del planeta de este plato tan internacional. En Grecia lo llaman Moussaka, y se elabora con rodajas de berenjena a modo de pasta y se rellena con carne de cordero picada. 

En México, por ejemplo, utilizan tortitas a modo de pasta, y las rellenan con chile con carne. ¡¡¡Toda una delicia!!!

Pero de momento, vamos con nuestra versión italiana con pasta de lasaña. Que,  ¡¡por cierto!!, el propio Cicerón ya mencionaba su pasión por el Láganum, que eran tiras de pasta largas, por lo que es muy posible que en esta época los italianos desarrollaran las máquinas para elaborar la pasta de lasaña.

📑Para imprimir la receta de Lasaña de carne con espinacas y queso crema en pdf pinche aquí.👈

Ingredientes para 4 personas y tres capas:

9 placas de pasta para lasaña

1/2 kg carne magra y carne de ternera picadas 

un puñado de espinacas frescas

1 cebolla

175g queso crema

aceite de oliva

salsa de tomate casera

queso parmesano rallado

Para la bechamel:

2 c/s de mantequilla

2 c/s harina

1/2 l leche

nuez moscada recién molida

sal 

pimienta negra recién molida

Pasos a seguir:

Podemos hacer varias cosas, ya que la lasaña tiene distintas elaboraciones. Podemos empezar haciendo la salsa de tomate casera. Para ello os dejo el enlace de mi salsa casera de tomate. Es muy fácil de hacer y podéis tener hecha de sobra y congelada para utilizar siempre que queráis. Yo utilizo una base de cebolla frita y después añado unos buenos tomates, bien cherry, tomates de pera, o los que más os gusten.

Si no tenéis tiempo y no queréis hacerla, siempre podéis optar por la solución rápida. Un bote de tomate triturado o un bote de tomate frito preparado. 

Después podéis empezar haciendo el sofrito de carne. Para ello pondréis en una sartén grande la cebolla picada junto con un chorrito de aceite y dejaréis que vaya pochando. Cuando empiece a transparentar se le añade la carne picada de ternera y magro de cerdo. Dejáis que se sofría bien y añadís la espinaca fresca. Dejáis que vaya tomando color el conjunto y dorándose y salpimentamos. 

Finalmente añadimos cuatro cucharadas soperas de queso crema. Mezclamos. 

    

Llegados a este punto podemos triturar la mezcla o no. Como prefiramos. A mí, personalmente, me gusta pasarla por la batidora. Que quede bien fina y con todos los sabores integrados. Pero os lo dejo a vuestro gusto, y adaptaros a vuestro tiempo.

Una vez el sofrito podemos poner a cocer las placas de lasaña en una olla. La llenamos de agua y cuando empiece a hervir añadimos un puñado de sal. Las dejamos cocer durante 7 minutos (o siguiendo las instrucciones del fabricante) y después las sumergimos en agua fría. 

Extendemos un paño seco sobre la encimera y extendemos las placas de lasaña, que suelten todo el agua y sean fáciles de manejar para realizar el montaje.

Finalmente podemos hacer la bechamel. Os dejo también el enlace para que os salga una bechamel perfecta, sin grumos. Una bechamel casera con mucho sabor. Yo la hago con nuez moscada y pimienta negra recién molidas porque me gusta mucho más el sabor que le da. Las que vienen ya molidas no están tan fuertes y sabrosas. Son especias más flojas. 

Una vez tengamos la bechamel hecha pondremos una capa ligera en la base de la fuente. Más o menos la mitad. De esta manera evitaremos que las placas de lasaña se peguen al fondo. 

   

Sobre ellas extenderemos una primera capa de carne picada con espinacas y queso. A continuación una capa de salsa de tomate casera. Continuaremos con una segunda capa de pasta de lasaña. Otra capa de carne picada y otra de salsa de tomate. Finalizaremos con una tercera capa de pasta de lasaña. Sobre ella verteremos el resto de la bechamel y espolvorearemos el queso paremesano rallado. Yo, personalmente, uso este tipo de queso porque me gusta mucho su sabor, pero podéis utilizar el que tengáis a mano, un queso curado por ejemplo. Un masdame, un gruyère, ... o el que más os guste.

   

Finalmente hornearemos a 200º unos 30 minutos, o hasta que veamos que el queso se empieza a gratinar y tomar un bonito color dorado.

Esperar a que repose y se temple un poco y servir todavía caliente.

Lasaña de carne con espinacas y queso crema

Lasaña de carne con espinacas y queso crema