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Mejor si es con... miel: recetas |
La salud
La miel de abeja es un edulcorante natural. Su consumo es altamente beneficioso para nuestra salud por la gran cantidad de propiedades que posee.
Desde el principio de los tiempos, la miel se produce como fuente de energía y nutrientes para nuestro cuerpo.
El consumo de miel es muy saludable porque nos proporciona ácido fólico, que estimula la produción de anticuerpos; hierro y vitamina C, que combaten la anemia. Tiene propiedades antioxidantes; nos aporta vitaminas B6, B9 Y B12 y calcio, interviniendo como regulador del sistema nervioso. La miel es un alimento altamente energético, pues se absorve directamente porque sus azúcares no necesitan desdoblarse.
Las abejas pecoreadotas extraen el néctar de las flores a través de su lengua para después meterlo en su buche y llevarlo a las colmenas, donde las esperan las abejas obreras que la convierten en miel. Luego regresan a por más néctar para después volver de nuevo a las colmenas. Las abejas añaden sustancias propias hasta crear la miel, que almacenan con la humedad correcta en panales de cera para que madure.
Si queréis saber más sobre el proceso detallado de fabricación de miel, podéis visitar esta página donde lo explica con minuciosidad y al mismo tiempo comprar sus productos. Sabor Artesano.com
La miel se produce durante los meses de mayo a septiembre.
Tipo y variedades de miel
Existen diferentes clases de miel en función de la diversidad biológica de la que extraen el néctar las abejas, diferenciando tres tipos básicos:
- miel multifloral
- monofloral
- miel de bosque (obtenida de las hojas)
Así pues, en función de las plantas de las que recolectan el néctar podemos encontrar:
- miel de romero
- miel de tomillo
- miel de mil flores
- miel de azahar
- miel de eucaliptus
- miel de espliego
- miel de tilo
- miel de trébol
- miel de alfalfa
- miel de avellano
- miel de castaño
- miel de pino
- miel de encina
- miel de limonero
- miel de regaliz
- miel de anís
Mieles hay de muchas variedades, pues en cada región o país hay mayor o menor abundancia de una cierta planta de la que las abejas extraen sus néctares. Así pues, en países como Nueva Zelanda o Australia podemos encontrar miel de Manuca, o en Chile, Argentina y Bolivia, miel de Quillay.
En la actualidad tenemos un gran problema en nuestro planeta con el tema de las abejas. El uso de plaguicidas, productos fitosanitarios y otros biocidas, parásitos importados, especies exóticas invasoras como el ácaro Verroa destructor, el escarabajo de la colmena, la avispa asiática y la loque americana, así como patógenos animales como la nosemosis, junto con el cambio climático, la degradación ambiental, la degeneración de los hábitats y la desaparición progresiva de las angiospermas, además de la industrialización del sector han contribuido a acabar con la muerte del mayor polinizador del planeta, la abeja. Entre un 20-35% de las abejas europeas están desapareciendo cada año. En Estados Unidos la cifra alcanza el 50%.
La consecuencia de ello es muy clara, sin polinizadores habrá menos alimentos. Sin suficiente producción subirán los precios.
Las etiquetas de la miel que encubren su procedencia
Los costes de producción de la miel en España son muy elevados con respecto a los costes de producción de miel en otros países, tales como China, actualmente el mayor productor del mundo.
Son los sueldos y salarios españoles los que incrementan básicamente este coste de producción. Por lo que si comparamos económicamente la miel española con la miel china por ejemplo quedamos muy por detrás en la cola, pues en estos países la mano de obra es mucho más barata que en nuestro país.
Por este motivo, la miel española no puede competir con otros mieles de otros países económicamente hablando. El consumidor, por desgracia, suele pensar con el bolsillo, y no con la cabeza.
Por ello debemos comparar la miel española en términos de calidad y no de precio.
Si comparamos la miel española con el resto de mieles provinentes de otros países en estos términos, encontraremos que España va a la cabeza.
¿Por qué es importante comprar miel española aunque nos salga más cara? Por su calidad y sus beneficios para la salud.
La mayoría de mieles de China, por ejemplo, están adulteradas, pues vienen con aditivos, es decir, no contienen 100% miel de abejas, sino añadidos como glucosas, dextrosa, almidón, harina o algún tipo de jarabe o melaza.
Y para no equivocarnos a la hora de comprar miel española siempre tenemos que dirigirnos a su etiquetado, en el que debe figurar escrito "miel de Origen España o cosechada España".
Hoy por hoy, la legislación española es muy laxa en este aspecto, pues permite a un operador que envasa miel compuesta por un 95% de miel procedente de China y un 5% procedente de España a etiquetar simplemente "mezcla de mieles UE-no UE".
Por ello debemos fijarnos bien en la etiqueta y comprar MIEL ESPAÑOLA, que sabemos que es 100% miel exclusivamente, sin aditivos.
La obtención de la jalea real
Por contra a la miel, la jalea real se obtiene de las abejas reina. Para ello, el apicultor deja a la colmena sin reina. Las abejas, al darse cuenta de su ausencia comienzan a construir celdas reales. El apicultor introduce en la colonia pequeñas cúpulas de celdas artificiales con larvas recién nacidas. Las abejas nodrizas intentan hacer con estas larvas nuevas reinas, llenando las cúpulas con jalea real.
La jalea real es considerado un superalimento, al igual que la miel y el propóleo, por sus múltiples beneficios para la salud y por ser totalmente natural. Nos aporta energía, fuerza y bienestar. Elimina la fatiga, refuerza las defensas, estimula el apetito, es antibacteriana, estimula el sistema nervioso y combate la anemia.
La miel, un alimento que no caduca
No sé si sabías que la miel es uno de los productos que no caducan nunca. Por su contenido en azúcares y en su forma natural tiene muy poca humedad, lo que conlleva a ser un producto no perecedero. Esto es debido a que muy pocos microorganismos pueden sobrevivir y desarrollarse sin humedad, por lo tanto, nunca descomponen la miel. Aunque se cristalice con el tiempo o cambie de color, no significa que la miel está en mal estado. Podemos seguir consumiéndola con total seguridad. Solo tenemos que tener en cuenta de tener el tarro siempre bien cerrado.
Incluso como curiosidad, os contaré, que se han encontrado vasijas dentro de las tumbas de las pirámides egipcias, llenas de miel, perfectamente preservadas desde hace miles de años, y después de su análisis se ha concluido que la miel seguía en buen estado. Lo que confirma la perfecta conservación y larga conservación de la miel natural.
Trucos para diferenciar la miel de buena calidad
Si la miel se solidifica o cristaliza es signo de que la miel es pura. Son mieles que no tienen humedad, por ello, si cogemos una cucharada de miel y la vertemos, veremos que cae muy lentamente, y si cae muy rápido porque está muy líquida no es miel pura.
Al igual pasa si la diluímos en agua. La miel pura se queda hecha un pegote, no se diluye fácilmente.
Mejor... si es con miel
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